Ana, nacida hace 40 años en Almansa (Albacete) donde vive, disfruta viajando y conociendo otros lugares, formas de vida y culturas, algo que considera fundamental para salir de tu punto de vista, observar y aprender. Le encanta la naturaleza, leer y compartir su tiempo libre con su familia y amigos. Ana formó su empresa, un gabinete de psicología, en febrero de 2013, comenzando sus primeras sesiones en un pequeño despacho situado en su residencia. En febrero de 2014 empezó en un local comercial que reformó pensando en las diferentes necesidades de sus pacientes para crear un espacio confortable, relajante y con mucha luz. Desde entonces continúa en el mismo local. Trabaja sola, contando con colaboraciones de otros profesionales. En este momento está colaborando con Diana Benejama, dietista-nutricionista que realiza su trabajo de modo individual y en ocasiones, según algunos casos de pacientes, realizan juntas trabajo multidisciplinar.
Fundamentalmente, Ana trabaja con adultos y adolescentes, también con niños en terapias sistémicas, contando siempre con la intervención de los padres. Incluye terapia de pareja y familiar. Nos indica que los adultos y adolescentes suelen acudir por diversas cuestiones como:
- Problemas de alteraciones del estado de ánimo, (ansiedad en sus diferentes tipos, estrés, miedos, baja autoestima, falta de autocontrol, etc.).
- Situaciones traumáticas del pasado que interfieren en el momento presente.
- Adaptaciones a diferentes etapas y ciclos de la vida (pérdidas de trabajo, emancipación de los hijos, separaciones, comienzo de la vida laboral…).
En cambio, con los niños suele haber tres tipos de problemas fundamentales a tratar:
- Diferentes tipos de miedos (dormir solos, quedarse solos, miedo a comer por haber sufrido algún atragantamiento.).
- Dificultad en las relaciones sociales, asociadas normalmente a una baja autoestima y falta de confianza.
- Manejo y control de emociones (fundamentalmente ira, enfado).
Desde niña, Ana siempre tuvo claro lo que quería estudiar. Realizó la educación secundaria teniendo muy claro cuál era su objetivo. Le apasiona el estudio del comportamiento humano, saber qué hay detrás de cada conducta, aquello que no se ve y nos impulsa a movernos de una determinada manera. Le reconforta mucho observar cómo los pacientes van encontrando alivio a su malestar psicológico, van desenmarañando los diferentes conceptos, ideas, creencias, vivencias, emociones y pensamientos y ponen orden a su interior, comprendiendo, aceptando lo que ha ido ocurriendo y comenzando a moverse para tomar diferentes soluciones y caminos que les llevan a ser dueños de sus vidas.
¿Cuales son los tipos de problemas más frecuentes de las personas que asisten a vuestras terapias de pareja?
Fundamentalmente, los pacientes que vienen en pareja asisten a terapia porque tienen diferentes necesidades y con el paso del tiempo han ido haciendo más grande el problema y el distanciamiento. Al principio les cuesta observar qué es lo que les hace encontrarse mal, lo que hace que el modo de comunicar las necesidades suele ser a través de la queja y la culpa.
Eso suele conllevar una defensa y ataque por parte del otro miembro de la pareja y con todo ello, una insatisfacción por no sentirse escuchados ni entendidos y además sintiendo que siempre son ellos (cada uno de los miembros) quienes tienen que ceder para que haya una buena convivencia.
Esta escalada de agravios, culpas y quejas hace que pasen los días centrados y controlados por el problema, teniendo muy lejos e incluso ausente la mirada hacia la posible solución. También es muy frecuente encontrar problemas de pareja por problemas de posicionamiento y desligamiento con sus familias de origen. Es frecuente encontrar parejas que están conviviendo juntas pero siguen muy influenciadas por sus padres. Esto conlleva la insatisfacción por la parte de la persona que está centrada en la nueva familia, sintiéndose poco valorado o poco valorada, y por parte de la persona que no se ha desligado de su familia, siente presión y falta de comprensión.
En definitiva, en la mayoría de situaciones son los problemas de comunicación y resolución de conflictos lo que les lleva al distanciamiento y malestar.
¿Cuándo creéis es el momento indicado para pedir una cita con psicólogo especialista en parejas?
Es fundamental solicitar una cita para una terapia de pareja cuando los miembros de esa pareja (los dos o al menos uno de ellos) comprueban que están teniendo problemas recurrentes con la misma situación y observan que no pueden llegar a un acuerdo y ven que esta situación les afecta y les hace daño.
También es adecuado acudir a terapia cuando observamos que está habiendo un cambio en nuestra relación y no nos sentimos satisfechos (apatía, falta de interés, distanciamiento). Pero, lo más importante de todo, es comenzar la terapia cuando todavía hay motivación por el cambio. Es muy frecuente observar cómo asisten a terapia parejas en las que ya es muy difícil la recuperación, puesto que ya hay mucho daño y rencor, falta de motivación y desilusión.