Maje Martínez Mañogil, de 41 años y natural de Almoradí, un pueblo de la Vega Baja (Alicante), lleva años viviendo en la capital de su provincia. Psicopolis es un proyecto personal al que ha dedicado mucho trabajo e ilusión. Desde el principio ha trabajado sola, pero ahora mismo se encuentra en un momento de cambio en el que empieza a colaborar con otras compañeras para poder atender a todas las personas que lo necesitan. En Psicopolis promueven el bienestar psicoemocional y el crecimiento personal de jóvenes y adultos En el área de la psicología infantil y juvenil, tratan diferentes problemas educativos, emocionales y de conducta. En general, en el caso de niños y niñas, nos indican que las consultas más frecuentes en Psicopolis se deben a la presencia de miedos no propios de la edad y problemas de conducta. Mientras que en el caso de adolescentes, destacan los conflictos familiares, los problemas de autoestima y la falta de estrategias eficaces para gestionar las emociones. En cuanto a los adultos que acuden a Psicopolis, la gestión emocional y la búsqueda de crecimiento personal son las intervenciones más demandadas. Aunque también son muchas las personas que buscan ayuda porque están atravesando alguna situación complicada (separación o divorcio, incertidumbre en cuanto al futuro, problemas laborales,…) o porque no han superado algún episodio de su pasado.
Aunque ahora mismo no es posible, debido a la situación provocada por la Covid19, uno de los proyectos que más les apetece retomar y potenciar es el de las sesiones grupales, tanto para menores como para adultos. Maje empezó a interesarse por la psicología cuando estudiaba bachillerato y se acercaba la hora de elegir carrera universitaria. Sin embargo, pensaba que esta era una profesión “de mayores”. Lo cierto es que en ese momento no conocía las múltiples ramas de la psicología y para ella no había más profesionales de la psicología que aquellos que se dedicaban a la psicología clínica. No se veía con la experiencia suficiente como para ayudar a otras personas a resolver sus problemas ni le apetecía estudiar una carrera “de empollar”. Así que decidió matricularse en una ingeniería y, cuando fuera mayor, estudiar psicología (y filosofía al jubilarse). De momento, el plan se va cumpliendo. Aun habiendo empezado la carrera con mucha más información de la que tenía a los dieciocho años y teniendo claro a lo que se quería dedicar al acabar, esta profesión le ha ido sorprendiendo paso a paso, lo que le ha hecho replantearse su camino profesional en varias ocasiones. Así, Maje ha terminado compaginando Psicopolis, su proyecto personal, con su trabajo en una asociación que desarrolla actividades para mejorar la calidad de vida de personas con diferentes capacidades, trastornos del neurodesarrollo, etc.
¿Cuál es la metodología de la terapia cognitiva conductual que realizáis?
La terapia cognitivo conductual es uno de los tratamientos psicológicos más avalados por la evidencia científica. Este tipo de terapia se diferencia de otras por ser una terapia breve, activa, centrada en el problema, orientada en el presente y que supone una relación de colaboración entre terapeuta y paciente.
Dentro del marco de esta metodología se encuentran diferentes terapias, como la terapia de aceptación y compromiso o la terapia de activación conductual, entre otras. Lo más importante de estas terapias es que están basadas en el método científico, es decir, han demostrado su eficacia en el tratamiento de los diferentes problemas psicológicos, y que ofrecen la variabilidad y flexibilidad necesarias para adaptarse a las características y necesidades de cualquier persona.
En Psicopolis seguimos los principios de esta metodología y te ofrecemos toda nuestra ayuda y experiencia para que alcances tus metas, analizando tus dificultades, buscando junto a ti la mejor alternativa para superar tus dificultades y cambiar aquello que no funciona en tu vida, orientándote en el planteamiento de nuevos retos y, sobre todo, acompañándote en todo tu proceso de cambio y crecimiento personal.
¿Qué consejos me darías para aprovechar mejor una psicoterapia?
Para poder aprovechar el proceso de psicoterapia y lograr así tus objetivos es imprescindible, en primer lugar, comprometerse con la terapia. Esto significa que, por mucho trabajo que realice la psicóloga o el psicólogo, el éxito de la psicoterapia también dependerá de tu trabajo personal.
Personalmente, creo que hay dos principios básicos que marcan el proceso de la terapia. El primero es que para que las cosas cambien, tú debes cambiar. A menudo, esperamos que sean los demás quienes cambien su forma de ser o que las circunstancias que nos rodean sean diferentes. Desafortunadamente, todo esto escapa de nuestro control. Lo que sí depende de nosotros es cómo manejamos las dificultades y cómo nos enfrentamos a aquello que no nos hace felices.
En segundo lugar, siempre recalco a las personas que acuden a Psicopolis que no hay que esperar a estar bien para hacer cosas, hay que hacer cosas para estar bien. Esto supone todo un reto nada fácil de lograr. El camino es difícil, pero la recompensa valdrá la pena. Resumiendo, si quieres que tu terapia psicológica tenga éxito, te aconsejo buscar la psicóloga o psicólogo adecuado y comprometerte en todo el proceso.
¿Cuál es el precio medio de una sesión de terapia psicológica?¿Cómo se define este precio?
Hoy en día podemos encontrar una gran variedad de precios en la terapia psicológica. Cada vez hay más aplicaciones y webs que ofrecen terapia low cost. Esto, en principio, podría ser algo positivo. Al fin y al cabo, todas las personas tienen derecho (o deberían tener derecho) a acceder a servicios de salud mental.
Es más, en mi opinión, estos servicios deberían estar mucho más presentes en los centros públicos de salud. Por desgracia, los servicios públicos de salud mental no son tan amplios ni accesibles como nos gustaría y las terapias low cost, a menudo, no ofrecen la calidad y garantías necesarias. En Psicopolis, el precio medio de las sesiones individuales es de 50 €. En el caso de sesiones familiares el precio medio es de 65 € y en terapias de grupo la media es de unos 25 €.
Entiendo que muchas personas piensen que pagar 50 € o 60 € por una sesión de terapia es demasiado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que detrás de cada sesión hay mucho trabajo: estudiar el caso, buscar el mejor método de trabajo para esa persona y dificultades concretas, establecer objetivos y un plan de actuación, preparar materiales, etc. Todo eso sin mencionar la formación necesaria para llevar a cabo una terapia psicológica de calidad.
¿Qué situaciones y conflictos pueden resolverse por medio de la psicoterapia?
Muchas personas siguen pensando que la única razón para buscar ayuda psicológica es tener un problema muy grave, como depresión o ansiedad, o estar atravesando una situación muy dolorosa, como un duelo o una separación sentimental. Por supuesto, estas situaciones requieren tratamiento psicológico, pero no son las únicas.
Todas las personas nos enfrentamos en algún momento a problemas que no sabemos cómo solucionar. Es normal que ciertas situaciones nos superen, que no sepamos cómo actuar o que no contemos con las estrategias y herramientas necesarias para resolver un conflicto determinado. Y esto puede ocurrirle a niños, niñas, adolescentes o adultos. La falta de relaciones personales positivas, tener baja autoestima, vivir con estrés a diario o el “fracaso” escolar, generan un gran malestar psicológico, incluso físico, y es necesario buscar la ayuda profesional apropiada para superarlos.
También es natural que, aun teniendo una “buena” vida (salud, buenas relaciones familiares y sociales, un buen trabajo…), sintamos que no somos la persona que queremos ser o que no estamos viviendo la vida que realmente deseamos. En estos casos, acudir a la consulta de un profesional de la psicología puede ser la respuesta que estamos buscando. En Psicopolis, nuestro objetivo es que todas las personas que buscan nuestra ayuda consigan las herramientas y habilidades psicológicas necesarias para alcanzar sus metas y lograr así el bienestar psicológico y emocional.