Daniel Pérez, nacido en 1970 en Barcelona, enseña Chikung (el arte chino del control de la energía vital para la salud, la longevidad y el cultivo espiritual) y artes marciales chinas (lo que se conoce como “kungfu”). Es acupuntor y homeópata. Además, es experto en dos temas muy diferentes: Budismo y personalidades manipuladoras y/o maliciosas en los distintos ámbitos de la sociedad. Su escuela “Shaolinbcn” tiene 20 años y Daniel trabaja en solitario, aunque pertenece a una organización internacional, el Instituto Shaolin Wahnam de su maestro Wong Kiew Kit. En el caso de su escuela, el cambio principal en estos años ha sido cualitativo: al principio tenía más estudiantes con menos compromiso, y después ha pasado a tener menos estudiantes pero fieles y aplicados. A nivel de enseñanza, considera que ha mejorado mucho, cada vez requiere menos esfuerzo para obtener más resultados. Opina que seguramente esto es el fruto de haber llevado a cabo clases en diferentes formatos y situaciones.
Su área es la salud, principalmente. Daniel ofrece la posibilidad de que estés bien sin importar la edad o tu estado inicial. Otros clientes están interesados en la parte del desarrollo personal, buscan combatir los efectos del estrés o tener un método de desarrollar la parte espiritual, dado el énfasis moderno en el materialismo y el individualismo. Después, en lo relativo a la enseñanza de kungfu tradicional, para Daniel es crucial que el estudiante sea capaz de usar su kungfu (no recurrir a otras artes) y que éste contribuya a su carácter moral.
Asimismo, Daniel suele dar clases especializadas en defensa personal, explicando mucha teoría que no se suele explicar en otras partes, por ejemplo, cómo evitar la violencia y la manipulación, cómo piensan las personas antisociales, y cómo puede detectarse la “agresión encubierta” tanto a nivel micro (en tu entorno cotidiano y con personas de “andar por casa”), como macro (a nivel de clanes, organizaciones, gobiernos y personajes poderosos). La diferencia entre unos y otros es de capacidades: los primeros tienen pocas y los segundos tienen muchas, pero a nivel profundo su esencia es similar. Las principales razones de Daniel para desempeñar este trabajo son tres: Es una persona muy sensible y de profundidad de pensamiento, por tanto, necesitaba un sistema de meditación que pudiera resolver dudas existenciales. Durante su infancia y juventud, tuvo problemas de salud que necesitaban solución, y a través de estas artes es posible mejorar todos los aspectos de un ser humano, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Lo mejor, afirma, es que practicándolas dejas de ser un sujeto pasivo, para responsabilizarte de tu propio bienestar y evolución. Por último, al ser una persona tímida, ha tenido que buscar formas de defenderse de abusos físicos y psicológicos por parte de personas poco recomendables. Su aprendizaje ha sido teórico y práctico, o sea, ha aprendido a partir de experiencias duras y dolorosas. No se conformó con saber defenderse, quería saber las motivaciones y los puntos débiles de los agresores. A Daniel le gusta su trabajo y que cualquier persona que quiera beneficiarse de su experiencia y esté dispuesta a trabajar por ello, pueda hacerlo.
¿Qué consejos me darías si deseo iniciarme en la practica del Kung Fu?
Primero, tienes que buscar información de qué objetivos generales tiene el kungfu. Después, buscar a un buen profesional (cosa muy difícil cuando eres un neófito sin ninguna referencia para comparar). Tercero, tener la actitud correcta de un artista marcial tradicional: respeto, disciplina y entusiasmo.
En general, para saber si el kungfu es genuino, y hoy es muy raro encontrarlo, debes conocer qué es: el kungfu es un conjunto de estilos de artes marciales que idealmente deben promover la salud, mejorar el carácter y ser capaces de usarse en combate igual que se practican en solitario. El kungfu es profundo y sofisticado.
Si lo que ves es un combate sin forma, sin técnica, un entrenamiento que fomenta el ego y la violencia, o simplemente ejercicios físicos sin ninguna aspecto interno (mente y energía)..., puedes estar seguro de que no es kungfu de verdad.
¿Cuál es el estilo de kung fu que impartís en vuestras clases?
Impartimos dos, Shaolin Kungfu del Sur y Taichichuan. Estos dos estilos son la cumbre del kungfu, pues van más allá de la salud, combate o desarrollo del carácter. De hecho, fueron creados como medio hacia la Iluminación, Tao, Dios o en términos no religiosos, alcanzar la Realidad Cósmica.
Aparte, como complemento y para preservar el resto de artes marciales chinas, solemos enseñar los fundamentos de otros estilos como Wing Choon, Baguazhang, Xing Yi o Wuzu kungfu.
¿Qué niveles de Kung Fu ofrecéis en vuestro centro?
Nuestra enseñanza de Kungfu Shaolin y Taichichuan es completa. Esto quiere decir que enseñamos estas dos disciplinas en todos sus niveles, desde el nivel más básico, hasta el de instructor, que es el más avanzado de entre los disponibles. Entre estos dos extremos, enseñamos, como es lógico, todos los niveles intermedios.