Cristina Villafranca es una barcelonesa de 39 años, psicóloga sanitaria, Psicoterapeuta y Musicotetapeuta. Tiene estudios de música moderna, especialidad de canto, así como varias formaciones complementarias en salud mental y en musicoterapia clínica. Actualmente, desde 2015 está formándose en psicoanálisis lacaniano. Asimismo, colabora como docente en diversos postgrados y masters e imparte formaciones y talleres en su propio centro de terapia. Cristina fundó y dirige su centro de psicología y musicoterapia en Barcelona "Musicoterapia BCN Psicología y Musicoterapia clínicas", donde trabaja como terapeuta, supervisora y docente. Los inicios de su centro se remontan a 2007 y desde entonces han ido creciendo de forma progresiva, motivo por el hace 5 años formó un equipo que actualmente está compuesto por 4 terapeutas que llevan a cabo servicios tanto en el propio centro como de forma externa. Ofrecen servicios de psicología, psicoterapia y musicoterapia clínicas, así como grupos terapéuticos y talleres de desarrollo. También disponen de un área de formación con una oferta de cursos y talleres sobre musicoterapia aplicada a diversos ámbitos y psicología.
Actualmente, también prestan servicios de psicología - musicoterapia en otras entidades como Salud mental Gracia- ATRA , Fundación Comtal, Fundación Adecco, Hospital psiquiátrico Benito Menni. Cristina trabaja como psicóloga y como musicoterapeuta especialista en salud mental. Nos explica que la musicoterapia es una herramienta muy útil en el trabajo con niños, y la palabra en el trabajo con adultos, aunque también emplea en ocasiones la música de forma terapéutica y como medio y marco para la reflexión, investigación y simbolización, ya que permite al adulto elaborar y trabajar aspectos personales con mayor éxito y eficacia. En el trabajo con niños, nos indica Cristina que la herramienta de la musicoterapia les permite realizar un trabajo riguroso y eficaz a nivel psicológico, de estimulación y de desarrollo, siendo la música el medio para ello. Con adultos, el trabajo a través de la palabra permite al sujeto explorar, analizar y reflexionar sobre las dificultades y el malestar y poder buscar juntos estrategias para que éste se sienta mejor y logre el bienestar. Desde muy corta edad, Cristina se interesó por el conocimiento del psiquismo humano y sus operaciones psíquicas, así como por la práctica musical. Esta le llevó a disfrutar en primera persona los efectos beneficiosos de la música, lo que finalmente hizo que complementase sus estudios de psicología con los de musicoterapia. Las necesidades dentro de su trabajo y su interés por el psicoanálisis y la salud mental llevan a Cristina a seguir formándose de forma continuada en estos ámbitos.
¿Después de cuantas sesiones de psicoterapia pueden verse avances en los pacientes? ¿De qué depende?
No hay un número de sesiones determinado para ver los efectos de un tratamiento, ello depende del caso y de la gravedad. Aun así, podemos decir que una vez el sujeto entra en transferencia, podemos empezar a percibir los efectos que tiene poder poner palabras a lo que le pasa, la organización y externalización de sus pensamientos y la expresión de sus dificultades y singularidades.
Asimismo, se pueden percibir los efectos que le brindan al paciente el poder reflexionar acerca de la forma de hacer y estar en su día a día.
Mi orientación tiene como objetivo principal generar en el paciente un interés por saber sobre su propio funcionamiento, otorgando relevancia aquello único y singular, se busca promover la transformación y cambio, si es necesario, explorando la experiencia, la biografía y buscando dar con la lógica de cada uno que le lleva, entre otras cosas, a maniobrar o vivir aspectos vitales, que en ocasiones y con cierto malestar, conduce a éste a una crisis.
¿Cómo se realiza el diagnóstico y evaluación de un paciente que asiste por primera vez a una de vuestras consultas de psicología?
Más que realizar un diagnóstico nos centramos en las necesidades concretas que tiene cada paciente. En el caso de los niños, en base a sus necesidades, dictamos objetivos de trabajo que generalmente se ven enmarcados en las áreas cognitiva motriz social y la comunicación y psicoemocional.
Con adultos, el trabajo a través de la conversación promueve un mayor conocimiento sobre las causas del malestar, buscando estrategias singulares derivadas del análisis y de la reflexión con el paciente de sus problemas y dificultades. Algo interesante a pensar es que cada sujeto es diferente y que, en algunos casos, ir en busca de una “normalidad” solo hace que el sujeto sufra y se frustre. Es interesante apuntar hacia poder discernir acerca del mejor funcionamiento teniendo en cuenta las particularidades. Que las soluciones no vengan de fuera, sino de dentro y de tal manera que la persona pueda hacerse cargo en primera persona de cómo hacer mejor con sus relaciones y entorno.
Potenciar las singularidades le aporta al sujeto un mayor reconocimiento y aceptación que le hará funcionar mejor y de forma más regulada.
¿Cual es la diferencia entre un psicólogo infantil y un psicopedagogo?
El psicólogo se ocupa del acompañamiento, la estimulación, el desarrollo infantil. Realiza un tratamiento orientado a la mejora psicoemocional a través del abordaje de objetivos ligados a sus dificultades, su malestar y a sus relaciones con la familia, escuela, amigos y con su entorno en general.
Por su parte, el psicopedagogo se hace cargo del tratamiento de problemas de aprendizaje de niños, jóvenes y adultos.