La barcelonesa Natalia Villa, de 47 años, es diplomada en educación física, quiromasajista, amante del movimiento y profesora de pilates desde hace 16 años. Trabajó de maestra de educación física en una escuela durante 12 años. Sufrió una lesión de espalda y el diagnóstico sugería la intervención quirúrgica, pero empezó a buscar alternativas y, entre otros muchos tratamientos, descubrió el método Pilates casi de casualidad. Tras probar sólo 4 sesiones con aparatos, el dolor desapareció y Natalia cayó rendida a los pies de la Contrología, que es el nombre original de esta disciplina. Pidió un año de excedencia en su puesto de trabajo para poder formarse y desde entonces ya no ha dejado de hacerlo. Estuvo trabajando en prestigiosos centros deportivos como profesora de pilates hasta que en el año 2012 decidió crear Pilatalia. Se trata de un estudio de entreno personalizado, con todos los aparatos que Joseph Pilates diseñó para el desarrollo de una musculatura idónea para cada individuo.
Natalia empezó trabajando en solitario, incluso los domingos, y desde hace exactamente un año, Pilatalia se ha trasladado a un local más cómodo y ampliado el equipo a 3 personas. Su especialización es el trabajo para la mejora de la movilidad en personas con dificultades físicas, bien por motivos de edad avanzada, enfermedad o falta de hábito y conciencia corporal. Natalia afirma que es maravilloso comprobar cómo el movimiento controlado y consciente ayuda a mejorar la calidad de vida de cualquiera. Y es precisamente ese BIENESTAR físico, mental y/o espiritual la demanda más solicitada por los cliente y la que a ella le proporciona más satisfacción ofrecer. El motivo principal de Natalia para apostar por este trabajo es, sin duda, creer en lo que hace. El método le salvó de una operación y saber que puede ayudar a otras personas igual que lo hicieron con ella, para sentirse mejor, para vivir sin dolor, para arrancar sonrisas y en cuanto sea posible de nuevo, abrazos, es el motor que impulsa a Natalia a subir la persiana del local bien temprano cada mañana.
1. ¿Qué beneficios ofrece el pilates a las personas que lo practican con frecuencia?
La práctica del método original proporciona un cuerpo fuerte y flexible. Con una frecuencia de dos días por semana, en tres meses los alumnos ya aprecian un aumento en su tono muscular, una mejoría en su flexibilidad, relajación de los hombros, cuello y zona alta de la espalda, una mejor postura corporal y un aumento en la capacidad pulmonar.
La práctica regular de la Contrología refuerza el sistema inmunológico, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés y genera dopamina y endorfinas, ¡promoviendo así la positividad!
4. ¿Cómo son las clases de pilates? Describe cómo se imparte normalmente una clase en el estudio.
El alumno acostumbra a empezar en el Reformer. Este es el nombre que se le da al aparato más conocido de las máquinas específicas con las que cuenta el método Pilates. El alumno estará tumbado boca arriba y haciendo un trabajo de pies que permite observar la alineación que presenta ese cuerpo ese día.
Después de ejecutar el imprescindible “hundred “, ejercicio para aumentar la circulación sanguínea y temperatura corporal, el profesor decide cómo continuar con la rutina de ejercicios del Reformer en función del estado físico del alumno. La clase “ideal“ consistiría en realizar toda la serie del Reformer completa con sus más de 50 ejercicios y variaciones en los 55 minutos que dura la sesión. Se trata de un reto muy exigente. por eso, los últimos 15 minutos los dedicamos a dar al alumno los ejercicios ESPECÍFICOS para sus necesidades, en los diferentes aparatos (cadillac, sillas, ped-pull, barriles). El trabajo previo en el Reformer nos da información sobre si el alumno necesita mejorar la fuerza de brazos, de abdominales, de estabilidad de cadera… Y son los distintos aparatos y la correcta elección de ejercicios los que harán mejorar el estado físico del alumno.