Miquel Àngel López Colillas, nacido en l'Hospitalet de Llobregat hace 60 años, es publicista y consultor de Marketing, empresario desde 1983 y desde 1995 CEO y Founder Partner en Colillas Branding. Se ha dedicado a la creación de proyectos empresariales en el campo editorial, las telecomunicaciones, el asociacionismo y el transporte. Su empresa nace en 1995 basándose en los conocimientos adquiridos por su formación y experiencia. La fundó junto con su esposa y cofundadora de la empresa y con el hermano de esta. Hoy en día cuentan con un equipo de 8 personas. Nacieron como consultores y a petición de sus clientes comenzaron como publicistas, migraron a Internet, abrieron un área de ferias y congresos y ahora mismo se dedican a la transformación digital de las empresas. Su última y más esperanzadora área de negocio es wecongress, una plataforma de streaming para congresos, formación online, asambleas y Juntas virtuales, etc.. Miquel Àngel se centra en la consultoría de Marketing, aunque su equipo es quien gestiona las áreas de programación, diseño y redes sociales. Promueven la digitalización de las empresas, algo que se ha acelerado con la pandemia, aunque todavía queda mucho por recorrer. Explica que sus clientes quieren aumentar su visibilidad, su cuenta de resultados, etc, en ocasiones, sin valorar el esfuerzo que hay detrás de cada proyecto y banalizando el trabajo de empresas como Colillas Branding. En 1981, Miquel Àngel se incorporó a una empresa de transportes famosa en la ciudad de Barcelona, en 1983 fundó la suya y en 1988 le ficharon para la transformación de Mensajeros Radio, desde su mandato como Director de Marketing, MRW. Hasta 1993 ostentó su cargo y se apartó de él para iniciar un proyecto de telecomunicaciones muy ambicioso, logrando crear "Sistema Red" para la Tesorería de la Seguridad Social (hoy todavía funciona). Tuvieron la oportunidad de iniciarse en lo que, en aquel momento, le llamaron "Boulevard Telemático" actualmente e-commerce y en 2002 vendieron la compañía a la actual Vodafone. Le pidieron su contribución para crear una gran empresa de transportes en España (NACEX), y tras cumplir su cometido, en 1995 Miquel Àngel decidió independizarse y abrir una línea de negocio más familiar. Afirma que hoy, tras tantos años luchando como empresario, comprende que es el esfuerzo y el ánimo personal el que nos impulsa y nos lleva a luchar por una ilusión en un combate con el mercado para que te adaptes rápidamente, con tu equipo para que te siga en esa visión, con los clientes para que entiendan y aprecien el trabajo. El vencedor es el que se mantiene.
¿Qué consejos me darías al escoger los servicios de una Agencia de Branding?
Hay que saber que unos profesionales captarán tus deseos y los harán realidad. Si ves que la agencia no tiene esa capacidad empática de entender tu situación, busca otra. No se trata de genialidad, se trata de esfuerzo y dedicación. Esto es una carrera de fondo y no un sprint.
Las agencias somos los principales veladores de los proyectos, quienes conducimos al cliente a la innovación y lo empujamos para que tome, en ocasiones, decisiones arriesgadas, pero en todo momento somos quienes deberemos asegurarnos de que esas decisiones sean acertadas. Ese ha de ser el espíritu que ha de presidir la relación Cliente/Agencia; si eso no se palpa, cambia de agencia.
¿Cuál es el proceso que seguís al diseñar el branding de una marca?
Primero analizamos todos y cada uno de los aspectos que giran alrededor de una empresa, preguntamos sobre el mercado al que se dirige, cuál es su consumidor, cuál es su competencia, qué factores diferencian a esta empresa de las demás y, con eso, establecemos un escenario.
Con esa información desarrollamos un trabajo interno de benchmarking y establecemos parámetros máximos y mínimos inamovibles sobre los que nuestro equipo de diseño realizará propuestas. Cada propuesta o "ruta" ha de cumplir con esos requerimientos. Cada propuesta de aplicación se presenta a nuestro cliente y ahí siempre les digo lo mismo: se trata de "amar a vuestra marca" si no hay un "flechazo" desde el primer momento, difícilmente acabarán amándola y por tanto, respetándola. Nosotros haremos de valedores, pero ellos tendrán que creer en ella, confiar en ella, respetarla, y, con todo, amarla.
¿Cuál es el precio medio del branding? ¿Que incluye el coste de este servicio?
Es difícil extractar el precio medio de un encargo de Branding. Siempre hay que tener en consideración la magnitud de empresa que está haciendo ese encargo. No se trata de decir que las grandes pagan más que las pequeñas, al contrario, el esfuerzo para nosotros es exactamente el mismo, pero, lógicamente, la repercusión que tendrá será completamente distinta.
Una empresa grande necesitará una enorme cantidad de aplicaciones de marca (fachadas, web 's, papelería, vehículos, uniformes, banners, publicidad estática o dinámica, etc.) y esto determinará el volumen del encargo. Desde Vueling a Médicos sin Fronteras o desde una pequeña empresa de e-commerce a una marca de ropa, hay grandes diferencias y hay que tenerlo en cuenta a la hora de valorar el proyecto. Por menos de 3.000 €, una agencia no puede desarrollar su trabajo con profesionalidad y éxito, aunque hemos hecho marcas por valor de 100.000 €.
¿Qué tipo de problemas ayudáis a resolver a vuestros clientes en cuanto a creación de marca?
Paradójicamente, las empresas no entienden que un buen producto tiene que ir acompañado de una buena marca. Los empresarios se esfuerzan mucho en tener flotas de vehículos modernos, instalaciones modernas, gente uniformada y, en cambio, son incoherentes con su marca. Ya no porque estén desactualizadas, sino porque no han sabido adaptarse al momento en que vivimos.
Una marca tiene que transmitir los valores de la empresa y generar simpatía hacia su entorno y clientes reforzando cada uno de los aspectos nucleares de la empresa. Hay que generar una asociación directa entre la calidad del producto y la marca, que se sustente en el tiempo y que transmita esos grandes valores. Todos cambiamos en el tiempo y las empresas evolucionan constantemente. Hay marcas con nombres ininteligibles, dañinos para la empresa, otros que se olvidan de su pronunciación, incluso con ortografía dudosa. La tarea de "naming" parece ser considerada como una banalidad cuando son filólogos y sociólogos quienes las deben de pensar. En ocasiones, vemos marcas que se detuvieron en el tiempo, otras más histriónicas de lo debido, otras que aburren. Ponemos a la empresa en el lugar que le corresponde y aumentamos la visibilidad y notoriedad de la misma.
En un artículo que publiqué recientemente (titulado) <<Porque dices "Venga, va..." cuando lo que realmente quieres decir es "háztelo tú">>) ponía de manifiesto que las agencias tenemos la obligación profesional de hacer valer la experiencia, la calidad y la vocación de lo que hacemos cada día. Hemos de transmitir ese valor para que nuestros clientes entiendan la formación académica, la experiencia profesional, la cantidad de información que manejamos todos los que nos dedicamos a esto.