Hacemos un estudio previo de la situación y el objetivo del cliente. Estudiamos sus puntos fuertes y oportunidades, así como los débiles. Estudiamos también cuál es su competencia y qué hace. Y a partir de esto y del trabajo conjunto con el cliente, destacamos una serie de valores que tenemos que transmitir en un espacio muy corto.Comenzamos a pensar de manera creativa, buscando introducir un guiño creativo que aporte frescura a la identidad visual y bocetamos. Es un proceso de ir hacia delante, generar muchas opciones, pensar, volver a dibujar, retocar, generar más opciones, y luego descartar. Hay veces que podemos crear 50 opciones y cuando descartamos, quedarnos con tan sólo 1 viable.