Miguel Ángel Gea es un mago madrileño, aunque también se siente de algún otro lugar como es el caso de Granada. Lleva 20 años ejerciendo como mago profesional y sigue teniendo la sensación de estar empezando. Considera que la magia es el mejor arte, el que menos ha evolucionado de manera consciente y por eso mismo el que tiene más posibilidades de crecer y elaborar nuevas creaciones. Siente que nunca llegó a tomar la decisión de ser un mago profesional, sino que sencillamente le fueron contratando y empezó a caminar por el sendero de la magia.
Como autónomo del mundo del espectáculo dedicado a la magia, Miguel Ángel se dedica al arte del imposible. Trabaja en solitario, como todos los magos, pero en realidad colaboran unos con otros. Se ayudan y se apoyan los unos a los otros debido tanto a la situación particular de los profesionales del gremio como a la ausencia de ayudas por parte del estado. No cuentan con partidas económicas ni apoyos de ningún tipo. Tanto es así que han tenido que luchar para que les reconozcan el 10 por ciento de IVA, ya que no les valoraron como arte escénico.
Miguel Ángel se dedica a la magia de cerca, magia detrás de una mesa con elementos pequeños para audiencias reducidas. En concreto, su especialidad es la magia con cartas y monedas. Sin embargo actúa con frecuencia en escenarios de todo tipo.
Un vecino me hizo un juego de magia y tardó en explicármelo y fue una semana larga buscando la causa a esa hermosa sensación que había vivido. Cuando pasaron los siete días y me lo explicó, la causa me fascinó igualmente. El ingenio, lo inteligente y cómo manipuló mi percepción me marcaron. A partir de ese momento, cuando tenía catorce años, ya no he dejado de buscar la forma de hacer sentir esa sensación al público y a los magos de una forma u otra.
Para contestar la segunda pregunta es complicado no caer en respuestas manidas. La magia tiene la fuerza de conectarnos con la mística ancestral, la fantasía de volvernos a esa edad donde los reyes magos daban regalos a todos, el encanto de estar delante de una persona sin personaje y la potente inquietud de vivir un imposible.
Me gustan elementos cotidianos y usar mis manos y mi cabeza para producir el engaño. Quiero jugar con la realidad y envolverla de fantasía. Para ello, todo tiene que ser muy real y mi talento tiene que arrastrar a la mente del espectador a un lugar donde las leyes de la naturaleza las pongo yo.
Un mago se hace profesional a golpes, porque no tenemos ninguna infraestructura para conseguirlo. Aprendemos unos de otros y vamos metiéndonos donde podemos. Por suerte en los últimos años, los propios magos hemos montados escuelas, tiendas y, sobre todo, festivales donde acercar la magia a las gentes de muchos pueblos y ciudades de España. Por suerte, en Madrid, la ciudad donde más magia hay en el mundo, hay muchas salas para poder crecer como profesional.
Hay muchos trucos complicados; a veces lo que parece más sencillo y humilde te ocupa años y una constante concentración para conseguir que salga perfecto.
En mi caso, como profesional he hecho y sigo haciendo trabajos de todo tipo. Desde animación en empresas a fiestas privadas. Se pueden encontrar mis datos para comunicarse conmigo en miguelangelgea.com.
La amenización de eventos es la manera en la que los organizadores pueden lograr que estos no resulten planos y previsibles. Asimismo, divertir a los asistentes es una manera segura de facilitar la comunicación de cualquier mensaje, si se trata de un evento empresarial o profesional, o sencillamente el mejor modo de que los invitados recuerden la reunión si se trata de un evento familiar o social. La magia de cerca que realiza Miguel Ángel Gea siempre destaca por sorprender a sus espectadores y crea una atmósfera de proximidad que refuerza el efecto de su actuación, multiplicando la implicación de los espectadores.