Aprendiendo a ver la guitarra como compañera

Publicado el 18 octubre 2019 por Marta Sánchez
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El barcelonés de 38 años Eduardo Pascual, a quien casi todo el mundo llama Edu, comenzó a tocar la guitarra a los 15 años, inspirado por su tío Carlos, quien fue su primer profesor. Se emancipó a los 18 y compaginó su trabajo como instalador de aire acondicionado y electricidad con la guitarra como afición. Pero sentía que su empleo no le llenaba y decidió estudiar música de modo profesional en la Escuela de Guitarra Flamenca Joaquín Herrera y más tarde en el taller de musics. Pudo practicar con la guitarra 12-14 horas diarias, y se empleó a fondo para prepararse bien. De nuevo tuvo que empezar a trabajar mientras comenzó a dar algunas clases y, poco a poco, logró ir viviendo de la música hasta el día de hoy en que la enseñanza es su dedicación exclusiva.

Su proyecto empresarial, Sonando a tu ritmo, es reciente aunque Eduardo lleve muchos años dando clases y muchos más estudiando música y guitarra. Por el momento, trabaja en solitario, pero valora la opción de fundar una academia y contratar personal. Con el tiempo ha aprendido que no todo buen guitarrista es buen profesor y esto le ha servido para esforzarse aún más en pulir su faceta como docente.

Por tanto, se ha especializado en la docencia, en ser profesor de música y guitarra. Siempre ha tenido presente la inquietud de cómo podría transmitir los conocimientos que aprendía. Siempre está buscando la mejor metodología para enseñar cada punto en concreto de la música, cada estilo, cada detalle. Esta vocación siempre le ha acompañado, incluso cuando solo sabía cuatro acordes y se los enseñaba a sus amigos siendo todavía un adolescente.

Eduardo, ¿qué fue lo que te motivó a dedicarte a ser profesor de clases de guitarra? ¿Qué es lo que más te apasiona de enseñar música?

Lo que más me apasiona de dar clases es cuando llega un alumno al que le cuesta mucho porque de entrada no tiene un cierto talento natural en los factores que pueden parecer más importantes en la música (oído, sentido del ritmo, habilidad motora con las manos). Pero por el contrario tiene otras habilidades que al final acaban siendo igual o más importantes (paciencia, perseverancia y amor por la música).  Me gusta este tipo de alumnos porque yo era así cuando empecé y esta es otra de las cosas que considero que son claves para ser buen profesor: como a mí me ha costado mucho adquirir ciertas habilidades y he tenido que probar muchos métodos y profesores para mejorar en ciertas cosas, ahora conozco los problemas que puede tener una persona que está aprendiendo.

Cuando veo la evolución que han tenido algunos de mis alumnos que tenían ese perfil, me siento completamente realizado, feliz y me anima muchísimo a seguir en esto, porque pienso que enseñar a una persona que lo coge todo con una cierta facilidad, lo puede hacer prácticamente cualquiera: pero enseñar a personas que tienen una serie de resistencias requiere una buena metodología y grandes dosis de paciencia, y yo en estas situaciones no sólo tengo el método y la paciencia, sino que además disfruto porque yo he pasado por eso y al final esa experiencia hace que siempre acabemos consiguiendo una clara evolución.

¿Qué parte de tu equipo de trabajo es esencial? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar en vuestras clases de guitarra?

A parte de la guitarra y algunos libros, para mí es imprescindible el metrónomo y un ordenador, ya que me apoyo muchísimo en la informática musical para las clases.

¿Cuáles son los cursos que ofreces y cuáles son los géneros musicales en los que te especializas?

Hasta ahora, prácticamente siempre he estado ofreciendo, sobre todo, clases personalizadas de guitarra, lenguaje musical y armonía aplicada a la guitarra. También ofrezco un apartado bastante amplio de informática musical. Pero, desde hace un tiempo, estoy trabajando sobre todo para cuando tenga mi academia en poder ofrecer estas tres líneas diferentes:

  1. Continuar ofreciendo las clases personalizadas. En esta opción se trata de formar equipo entre el alumno y el profesor, de manera que se oriente al alumno en sus intereses respetando unas ciertas bases innegociables para llegar a tocar a un buen nivel. Lo que hago el primer día es hacer una entrevista personalizada al alumno y a partir de ahí, apoyándome en diversas metodologías y herramientas, creo un programa de estudios personalizado para ayudar a mi alumno a alcanzar sus objetivos, que pueden ir desde tocar en casa para los amigos hasta el formar parte de una banda y hacer conciertos.
  1. Clases grupales. En esta opción, lo que buscaremos es enfocarlo, sobre todo, al ocio, preparando clases divertidas y conociendo a otras personas que también quieren disfrutar de la guitarra. Lo positivo de esta línea es que las clases son más económicas, lo negativo es que el ritmo de aprendizaje es más lento.
  1. El método Sonando a tu ritmo. Es la línea más potente que puedo ofrecer. En este caso ofrezco un programa de estudios cerrado pudiendo elegir entre dos opciones: guitarra española o eléctrica (también podemos combinar las dos si el alumno tiene mucho tiempo para estudiar). Este programa de estudios está pensado para acabar siendo un músico completo y el día de mañana poder dar conciertos y enseñar a otras personas. Consta de un apartado dedicado a la guitarra, otro apartado de lenguaje musical y otro de armonía aplicada a la guitarra.

En cuanto a estilos, es complicado definir en qué estoy especializado, ya que siempre me he preocupado de tocar un poco de todo, pero si tuviera que elegir diría que lo que más he hecho ha sido música comercial (pop-Rock), tanto en formato de grupo como en versiones acústicas para acompañar a la voz. De todas formas, tengo muchos años de experiencia tocando Rock, hard-Rock, indie, Punk, Reggae, pop, funk, Bossa, Metal, finger style, flamenco y clásico. Lo que menos he tocado es el jazz, aunque también podría enseñar a tocar a una persona durante años en este estilo.

¿Cuál es tu experiencia profesional dentro de la industria musical? ¿Cuáles son las experiencias que te han influenciado más a la hora de impartir clases de guitarra?

Mi experiencia profesional en el mundo de la música ha sido dedicada sobre todo a dar clases, que es en lo que me he especializado. La verdad es que me gusta tocar, pero me gusta más dar clases. De todas formas estuve unos años dando conciertos en pequeños bares yo solo con mi guitarra española, hacía versiones de rumbas y temas comerciales. Toqué en muchos sitios míticos de Barcelona, como: el Pipiolo, el Mediterráneo, Quilombo, y sobre todo estuve contratado unos años en un bar en Sant Andreu que se llamaba Metrópolis.

Tocaba sobre todo rumbas cada sábado por la noche. También estuve en una banda llamada Rocking Shadows. Ofrecíamos conciertos en bares y restaurantes que ofrecían música en vivo, hacíamos versiones de Rock. También acompañé a cantantes haciendo trabajos esporádicos y aún hoy en día de vez en cuando toco en directo si me sale alguna sustitución. La última que hice fue el pasado 13 de septiembre en las fiestas de Horta con el grupo de versiones de Rock Ingrávidos. Alguna vez también me han contratado para fiestas en general (bodas, cumpleaños, etc…) y en alguna ocasión también he tocado y cantado canciones religiosas en bautizos. También he compuesto y autoproducido algunas canciones propias.

Hoy en día, la verdad es que apenas toco en directo. Estoy muy centrado en las clases. Normalmente, tengo muchísimo trabajo y me esfuerzo mucho en que mi servicio sea excelente, por lo que cada día dedico mucho tiempo a preparar canciones que me piden mis alumnos y siempre sigo estudiando nuevas metodologías para tener más herramientas y mejorar la calidad de mis clases.

Un viaje musical a través de la guitarra

Eduardo Pascual se enamoró de la guitarra a los quince años y desde entonces sigue profundizando en su romance con ella. Para compartir su pasión por este instrumento y la música en general, ha refinado sus métodos de enseñanza. Sigue elaborando nuevos métodos didácticos para cumplir su sueño de regentar una academia. Mediante sus clases, muchos alumnos aprenden a ver la guitarra como su compañera en un viaje a través de la música que les permite expresar su talento musical y superarse día a día afrontando las dificultades con la guía y los consejos de Eduardo.

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Publicado en: Tiempo Libre y Aficiones
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