Eva Surriel, es modista en Barcelona, nació en 1981 en la ciudad condal. Lleva 15 años dedicándose a la moda y desde hace dos años tiene su propio taller de confección (Surriel Atelier). Gracias a la confección a medida puede crear prendas únicas y exclusivas a gusto de la clienta. Ver plasmada en una prenda la idea que una clienta ha expresado al llegar a su taller, es un reto para Eva. Desde la idea inicial hasta la prenda final hay un trabajo de mucha dedicación, especialmente porque es muy importante ofrecerles el trato personalizado y cercano que merecen. Cada clienta es un mundo, los proyectos que traen a su taller le exigen soluciones diferentes dando siempre lo mejor de sí.
Desde pequeña se pasaba las horas dibujando vestidos con un lápiz y un papel. Después, como muchas niñas, confeccionó vestidos para la muñeca de moda de la época. Finalmente estudió lo que más le gustaba: diseño de moda y patronaje industrial en el Instituto Catalán de la moda, actualmente tiene 15 años de experiencia en este campo. Trabajó para una sastrería prestigiosa y después tuvo su tienda con marca propia (Dulce Lokura).
Hizo una pausa en este mundo que tanto le llena debido a la crisis, pero en el año 2017 decidió emprender y volver a trabajar en lo que le hace feliz, montando un taller de diseños de moda y confección de prendas, que es lo que le ilusiona y emociona hoy día. En el taller trabaja en solitario diseñando y confeccionando todo tipo de prendas, realiza todo tipo de confección a medida y arreglos de ropa.
La principal actividad del taller es la confección a medida de vestidos de novia y fiesta, aunque realiza cualquier prenda que no se pueda encontrar en el mercado habitual. También lleva a cabo transformación de prendas antiguas para darles un aire nuevo y renovado. Los arreglos de ropa ocupan otra parte importante en la actividad de su taller.
Siempre me ha gustado el mundo del arte y la creatividad. Con la moda puedo crear en cada diseño algo totalmente diferente a lo que ya haya hecho antes, eso es lo que me hizo estudiar diseño de moda y patronaje industrial y de ahí poder dedicarme a la confección a medida de prendas.
Hace 2 años, con la crisis económica, la empresa en la que trabajaba cerró, por lo que decidí iniciar mi propio negocio con lo que realmente me llenaba y había estudiado. La creación de prendas a medida es lo que más me llena: empezar de cero con las ideas que me dice la clienta y acabar con un vestido es lo que más me satisface de mi trabajo.
Hay tanta variedad en tejidos de fiesta y según para qué tipo de vestido que no me podría decidir por un solo tejido. Habría que saber el tipo de vestido, el diseño y según la figura de la clienta, ver qué tejido le sienta bien.
Pero obviamente me esmero por seleccionar los más apropiados para cada modelo, pues algunos necesitan mucha caída, otros requieren más rigidez en su corte. También depende de la ocasión para la que se confeccione un modelo, si es un traje casual, de fiesta, si es para una boda, etc. Todas son variables muy importantes que tomo en cuenta antes de seleccionar el tipo de tela.
Sin duda alguna, la confección a medida y personalizada de vestidos de novia, ya que es como hacer realidad el sueño de una mujer para el día más especial de su vida y del que tendrá un recuerdo para todo la vida.
La máxima garantía en mis trabajos es la responsabilidad de que un trabajo no está terminado hasta que la clienta sale del taller con su prenda terminada y totalmente satisfecha.
En el taller de diseño y confección de Eva Surriel, las clientes pueden proponer sus sueños para que esta modista apasionada de su trabajo los convierta en realidad. Toda su formación y su experiencia se ponen al servicio de cada cliente para que el proceso de confección se realice de la manera adecuada hasta dar satisfacción, superando incluso las expectativas, a la idea con que la cliente haya entrado en el taller.