Judith Abizanda tiene 31 años y nació y reside actualmente en Zaragoza, en donde cuenta con un centro estético en el cual ofrecen servicios de belleza y quiromasaje. Su empresa surge como efecto de su propia historia, ya que estudió estética decorativa con apenas 16 años de edad. Desde entonces no se ha dedicado a otra cosa, mejorando como profesional a lo largo del tiempo.
Trabajó en la cabina estética de un gimnasio, luego trabajó en un spa, donde se centraba mucho en los masajes, y donde adquirió muchos conocimientos en esta rama que hasta el momento no había tocado. Por esta razón decidió estudiar quiromasaje, uno de los servicios que actualmente ofrece su centro estético.
Cuando el spa cerró, consiguió trabajo en un centro de estética en Zaragoza, y tras culminar su etapa en este lugar, trabajó en una tienda en la que ofrecían servicios de estética y masaje. En esa etapa conoció el mundo de la estética natural, perfeccionando también sus habilidades en ventas.
Su siguiente salto fue hacia la cirugía estética, realizando tratamientos corporales en una clínica como esteticista. Pero no fue sino hasta 2017 cuando Judith decidió trabajar por su cuenta, pues ya había acumulado el conocimiento suficiente y contaba con la madurez como para afrontar el reto.
Hoy en día cuenta con una estética equipada con aparatología de vanguardia en el sector. Tiene máquina Indiba, aparatos de electroestimulación, mesoterapia, equipos de manicura, camillas de última generación y los mejores productos naturales del mercado.
En el Centro de Estética Judith Abizanda se especializan en masajes, tratamientos con Indiba, lifting de pestañas y tratamientos faciales. Le gusta lo que hace, y disfruta mucho su oficio, por lo que, no lo ve como un trabajo, así que, no supone un esfuerzo desarrollar su labor día tras día.
El servicio de manicura semipermanente, que es el que más hago cuesta 22€. Una manicura sencilla vale 12€. Los factores determinan los precios de cada uno de los servicios los resumiría en tres: el precio del producto, el tiempo invertido en realizar el servicio y la dificultad técnica.
No recomiendo la manicura en uñas con hongos, solamente en uñas sanas. No soy médico y no puedo afirmar que no se pueda hacer manicura en uñas con hongos, pero por profesionalidad y seguridad yo no hago manicuras en uñas con hongos. No recomiendo ningún tratamiento en especial, pero sí recomiendo cuidarse bien las uñas, vayas o no vayas a hacerte una manicura.
Lo importante es mantener la uña bien hidratada. Se puede hacer con cualquier sérum especializado o con algún remedio casero. Se pueden sumergir las uñas en un cuenco con aceite de oliva unos 10 minutos un par de veces a la semana o aplicar con un algodón con aceite de argán o aceite de almendras en las uñas y en las cutículas.
Los pies son una parte importantísima de nuestro cuerpo, y muchas veces la desentendemos. Además de los evidentes beneficios estéticos que aporta una pedicura, cuando limamos, suavizamos y eliminamos grietas en los talones estamos consiguiendo otros beneficios como la comodidad en la pisada y evitar el dolor que muchas veces se produce.
Esto tiene un beneficio añadido, ya que al mejorar la comodidad de la pisada y eliminar los dolores, la persona realiza una pisada más natural, que no tiene que forzar, y previene posibles problemas de rodilla o cadera, derivadas de caminar realizando una mala pisada.
Al menos una vez al mes con relación al cuidado de la piel y uñas, hidratación o eliminación de durezas. Si se trata, por ejemplo, de una persona con problemas más serios en los pies, recomiendo la pedicura una vez cada dos semanas. Todo dependerá específicamente del caso en particular que detectemos en el cliente.
