Elena Meregalli es una arquitecta italiana, milanesa de nacimiento, que reside en Sevilla desde el año 2003. En el 2014 fundó su empresa “Las casas de Iridella”, en la que trabaja en solitario por el momento, aunque colabora con muchos profesionales externos como albañiles, fontaneros, electricistas, pintores, artistas, arquitectos técnicos, etc.
Le gustaría encontrar algún compañero/a de profesión con quien compartir su ilusión de hacer acogedoras las casas de los sevillanos. Elena está especializada en interiorismo y en el futuro le gustaría seguir formándose para mejorar sus propuestas a los clientes. Lo que más a menudo le solicitan estos son estudios de distribución de los espacios, elección de materiales para las reformas y elección de mobiliarios.
Los principales motivos de Elena para decidirse por desempeñar esta labor profesional vienen del hecho de haber nacido en Milán, la ciudad del diseño. Asimismo, cursó sus estudios con la mirada puesta en este empleo y siente auténtica pasión por la decoración. La conjunción de todos estos factores le ha llevado a dedicarse al interiorismo y a dar lo mejor de sí misma cada día para seguir mejorando en su trabajo.
Para realizar un proyecto de interiorismo, lo más importante es conocer las necesidades del cliente, así como sus gustos, sus hábitos y su forma de utilizar los espacios. Esa es la única manera de acertar en las propuestas que le vamos a realizar a nuestros clientes para satisfacer sus deseos.
Como en todo trabajo de planificación, lo mejor es tener claras las diversas fases del proceso a seguir. Estas serían las siguientes: primero, la toma de datos. Segundo, la elaboración de una idea conceptual. A continuación se planifica el proyecto y después se elaboran los presupuestos. Una vez aceptados estos, se pasa a la fase del proyecto de ejecución.
Se pueden elaborar cálculos muy aproximados respecto al coste de un proyecto de reformas asignando un precio por metro cuadrado de superficie. El cálculo del presupuesto final se realiza de manera desglosada por partidas según las actuaciones que se vayan a acometer. Será necesario calcular el coste de los materiales y de la mano de obra.
Al contratar a un arquitecto-interiorista se pueden evitar problemas como una mala distribución de los espacios, una iluminación de las estancias que resulte insuficiente y un presupuesto equivocado de la reforma, ya que estaría todo controlado antes de empezar la ejecución de la obra. Asimismo, al contratar a un interiorista nos garantizamos que la estética del conjunto quedará bien resuelta.