José Manuel y Gemma son una pareja de arquitectos murcianos apasionados del diseño. Él ha dedicado los últimos 12 años de su vida a la arquitectura. Ama el diseño, pero siempre acompañado de la técnica, ya que antes de terminar sus estudios de Arquitectura en Madrid, se formó como Arquitecto Técnico, de ahí su interés siempre por el detalle constructivo. Gemma pudo vivir desde pequeña el diseño y el interiorismo, por lo que estudió Arquitectura en la Universidad de Granada y continuó su formación en la École de Architecture Paris Val de Seine. Dirigen su propia empresa como compañeros de vida y de trabajo. Habían trabajado como arquitectos independientes hasta conocerse, pero una vez juntos, decidieron crear el proyecto que tanto les ilusionaba y que reflejaría lo que llevaban buscando y aprendiendo por separado: dedicarse al diseño.
Tras estos años, han creado un equipo que les permite abordar proyectos de todo tipo, con un nivel de detalle y de especialización muy avanzado. Cada proyecto es un nuevo reto, una oportunidad para sorprender y mejorar. Realizan cualquier tipo de proyecto en el que se ponga de manifiesto el diseño y el detalle, aunque normalmente se centran sobre todo en dos áreas de trabajo: la vivienda, tanto reformas integrales como nueva construcción, la cual les apasiona, ya que es la parte más personal de la arquitectura, donde hay que tener un trato muy cercano con el cliente, que te cuente cómo vive, cómo se mueve por casa, cómo duerme… Para ellos es una sensación increíble ver cómo a las personas les mejora su calidad de vida con su nueva vivienda.
Su otra área de actuación es la arquitectura para las empresas. Estudian qué necesidades tiene la empresa, las posibilidades de crecimiento, cómo trabajan los diferentes departamentos, etc. Explican que trabajar para otra empresa te hace aprender y hacerte casi un experto en esa materia. Han realizado una bodega para Casa Rojo, un museo para una empresa vinícola en Ciudad Real, y varias oficinas en diferentes puntos de España. Su proyecto ideal, que tienen ahora mismo en mente, es diseñar un hotel con encanto, ya que este tipo de encargo aúna sus dos pasiones: vivienda y empresa.
Nos gusta estimar un coste aproximado de inversión antes de empezar a diseñar, apoyándonos en proyectos similares desarrollados de los que tenemos la información de todos los costes de construcción. Seguidamente, pasamos a la fase de diseño fijándonos limitaciones en tamaño o utilización de materiales/sistemas constructivos.
Esto es necesario para que nuestro proyecto esté dentro del coste de inversión disponible por nuestro cliente. Terminado el proyecto, se estudia el coste de construcción en cuanto a detalle, por varias empresas constructoras y es aquí cuando terminamos de hacer algún pequeño ajuste de diseño para que el coste de construcción se adapte a la inversión disponible.
Para nosotros es fundamental que antes de empezar la construcción de un proyecto, el cliente sepa lo que se va a gastar.
Normalmente, cuando una familia decide construir o reformar una vivienda, es algo que no han hecho nunca o que solo van a hacer 1 o 2 veces en su vida. Construirse una vivienda, suele ser una de las inversiones económicas más importantes de una familia. Elegir a un buen arquitecto que te acompañe durante todo el proceso es algo fundamental.
A menudo escuchamos lo trabajoso que ha sido una reforma, la desviación económica que ha habido en la construcción de una casa y otros casos en los que la familia no ha quedado contenta con el resultado final. Se nos parte el alma cuando escuchamos “no me gusta mi vivienda”. Con un buen arquitecto nada de esto debe pasar.
Nosotros estamos para escuchar al cliente, plasmar en un papel lo que quiere, transmitírselo al constructor y revisar y controlar que se ejecute tal y como estaba previsto. Además, hay que tener un presupuesto de reforma desde el inicio, que se reflejará en el diseño, y que no podrá variar conforme avanza la construcción, ya que el arquitecto irá revisando mes a mes la parte ejecutada de la obra. Construir una casa es una experiencia muy bonita, y hay que poder disfrutarla.
En arquitectura no nos gusta hablar de modas o de tendencias, ya que una vivienda debe durar muchos años, por lo que nosotros nos identificamos más con la vivienda que tiene la cualidad de ser atemporal, y de adaptarse a lo largo de los años y a las nuevas necesidades que le surjan al usuario.
Para conseguir esto hay que estudiar muy bien el espacio cuando se inicia un proyecto o una reforma, para optimizarlo al máximo y no desaprovechar ni un solo rincón. Nos parecen interesantes los espacios flexibles, espacios que puedan adaptarse a diferentes situaciones y que estén al servicio del usuario.
El mobiliario a medida nos permite adaptarnos para conseguir exprimir hasta el último recoveco. Además, los espacios polivalentes que se adaptan a diferentes momentos hacen que se utilicen todos los rincones de la vivienda. Asimismo, en España con el sol que tenemos, tratamos de aprovechar al máximo la iluminación natural, la conexión de espacio interior y exterior, para que el límite de la vivienda se diluya y la sensación de espacio libre sea mucho mayor.
Lo más importante es que haya sintonía entre arquitecto y cliente, que ambos se entiendan y que se escuchen, ya que al final es una relación larga y muy íntima, donde deberéis sentiros cómodos para contarle cuál es vuestra forma de vida. Un arquitecto debe acompañaros en todo momento.
Tanto desde la elección del piso a reformar, o la parcela para construir como hasta el final con la elección de materiales, mobiliario, etc.
Además, hay que tener en cuenta el estilo. Tenéis que ver trabajos similares que hayamos realizado antes y con los que os sintáis identificados. A nosotros nos encantan los espacios atemporales, donde prima el uso de materiales naturales como la madera, la piedra natural, el hormigón, la cerámica y grandes superficies acristaladas que nos permitan conectar la vivienda con el exterior.
Como requisito imperdible debe estar el de poder ver la vivienda con imágenes fotorealistas antes de iniciar la construcción, de forma que los propietarios puedan ver el espacio totalmente finalizado y saber que es el espacio perfecto para ellos, antes de ver la obra realizada.