Carlos G. García, fotógrafo profesional en Granada, nació en esta misma ciudad en 1980. Es Licenciado en Historia y desde que tiene uso de razón se recuerda con una cámara en las manos. Aunque está especializado en fotografía de bodas, en su estudio también realiza sesiones de newborn, premamá o primera comunión.
Comenzó su andadura profesional en este campo con una productora audiovisual especializada en vídeo y fotografía aérea, servicios que sigue realizando, pero en menor cantidad. Posteriormente amplió sus ámbitos laborales y se especializó en fotografía de boda. Suele trabajar en solitario pero, si es necesario, otro fotógrafo le acompaña.
Realiza, principalmente, fotografía de boda, pero cuenta con un estudio y también realiza sesiones infantiles y de familia. En su familia, Carlos siempre era quien estaba todo el día con la cámara. Por ese motivo, no suele salir en las fotografías familiares. Después de pasar por varios trabajos en los que no se sentía realizado y con el apoyo de su familia, decidió convertir su afición en su trabajo.
De forma profesional, en el mundo de la fotografía de bodas llevó cinco años, aunque desde que yo recuerde, siempre he tenido una cámara en las manos, ya sea para realizar fotografía o vídeo.
Aunque hay muchos fotógrafos que se han pasado a las cámaras mirrorless, yo aún sigo trabajando con réflex. Y con los drones, los Phantom de DJI.
Llevo el equipo siempre por duplicado para solventar posibles imprevistos. Fotografío las bodas de forma natural y espontánea, sin intervenir y pasando desapercibido, pero aportando un componente artístico a esas fotografías.
Siempre que lo realice un profesional habilitado por AESA, como es mi caso, no hay ningún problema. Conozco las prohibiciones y restricciones para el uso de drones. A través de mi página web puedes conocer mis servicios y ponerte en contacto conmigo.
Carlos G. García es el fotógrafo y el talento que hay detrás del nombre Volando Films Fotografía. Su pasión por la imagen le llevó a dar un giro a su carrera profesional y zambullirse en la aventura de abrir su propio estudio fotográfico. Tras más de cinco años fotografiando bodas de manera profesional, Carlos no para de aprender y de actualizarse. Ofrece a sus clientes reportajes repletos de naturalidad donde los sentimientos afloran de modo espontáneo, ya sea en fotografía nupcial o en sesiones en su estudio, donde también presta servicios a familias con fotografía newborn, premamá o de primeras comuniones.