Raquel Pombar, instructora de danza en Santiago de Compostela, nació en esta misma ciudad, donde también se asienta su centro de instrucción Sondanza y en el que lleva impartiendo clases desde hace 1 año. Cuenta con más de 10 años, empezó con apenas 18 años enseñando a grupos de iniciación a cambio de formación y 12 años más tarde dirige su propio centro. Desde que era niña, siempre le gustó la música y la danza. Su creatividad le ha llevado a investigar, por lo que profundizar en la danza fue el camino más coherente para ella.
Sondanza es un centro de enseñanza multidisciplinar que cuenta con clases para pequeños y mayores que van desde el pilates hasta el reggaetón pasando por el ballet, la salsa o el acroyoga. Actualmente el equipo está formado por la propia Raquel, encargada de las clases de pilates, DanceFit, latinos, baile moderno y baile infantil; Benjamín Silva está al mando del ejército reggaetonero, siempre desbordante de energía; Alicia es la nada clásica profesora de ballet y del que es el «pack» favorito: DragonflyAcro, una cooperativa local que imparte clases de yoga y acroyoga por toda Galicia.
A pesar de tener algunas disciplinas de fitness y wellness, Sondanza se enfoca en la enseñanza de la danza, no sólo en su faceta más clásica sino como un conjunto de disciplinas variadas con sus respectivas técnicas. Sus integrantes quieren compartir su pasión con el alumnado y para ello ofertan todas las facilidades para que su formación sea de lo más amplia y variada.
Nos apasionan las personas. Queremos que estén cómodas consigo mismas, que disfruten de lo que hacen y del proceso de aprendizaje y verlos madurar y crecer como bailarines y bailarinas sea cual sea su nivel.
Lo que nunca puede faltar es el buen humor. En Sondanza no hay cabida para profesores gritones. La exigencia está ahí, pero siempre desde el respeto y el cariño. Queremos que el alumnado ame la danza y que ese cariño sea lo que le lleve a mejorar y esforzarse. Siempre hay un refuerzo positivo y mucho amor en lo que hacemos.
¿Tienes un cuerpo? Entonces puedes bailar. Da igual cuanto te cueste entender la música o coordinarte, todo es cuestión de entender y practicar. La evolución depende de cada persona. Algunos alumnos tardan meses en sentirse seguros y arrancarse a bailar en una pista de baile, mientras que otros, con 2 clases, ya se atreven. Es más una cuestión de actitud.
Todas las danzas comparten una regla: hay que escuchar y sentir lo que se hace. No vale con copiar un movimiento, hay que disfrutar de ese movimiento y eso es lo que lo hace bonito.
Desde luego cada danza tiene unas exigencias técnicas diferentes, por ejemplo, la danza clásica trabaja con una tensión continua en el cuerpo, unas líneas largas y todo ha de ser ligero, las danzas afrocubanas requieren mucha energía y un completo relax en el torso, se baila hacia la tierra.
Tu centro de danza para iniciarte o mejorar como bailarín
En Sondanza manejan un amplio abanico de tipos de baile y danza, pero en todos ellos imprimen un tono de enseñanza consistente en implicar al alumno mediante la diversión sin rebajar la exigencia del aprendizaje. En este entorno distendido, fresco y positivo, el compañerismo y la complicidad entre los alumnos y los profesores es el mejor motor para liberar la capacidad de cada estudiante y lograr que sienta la música, la internalice y esta le permita expresarse mediante el movimiento de su cuerpo.