Miguel Puga es un granadino de 51 años que prefiere llamar a su ciudad natal “GranHada”, por la magia inherente a la hermosísima ciudad andaluza. Y es que la magia siempre ha estado presente en la vida de Miguel. Su pasión por este arte es la brújula que le ha llevado a convertirse en MagoMigue y trabajar con las emociones del asombro y la alegría, las que genera la magia al crear el imposible.
Desde muy joven, Miguel ha considerado que el ilusionismo era algo fascinante que había que mantener, ya que además desarrolla en profundidad la creatividad, el pensamiento lateral, la atención, la empatía, sinergias de diversos tipos y muchas otras cuestiones. MagoMigue considera que la magia es la reina de las artes.
Miguel fundó “Arrikitown Espectáculos” a finales de los 90 para gestionar sus actividades artísticas y creativas, que van desde la dirección de espectáculos de ilusionismo a la producción de eventos para empresas. Asimismo, desde el año 2002 dirige “HocusPocus Festival”, el festival internacional mágico más importante de Andalucía y el tercero más longevo de España, con 18 años de trayectoria.
Además, Miguel dirige desde el 2010 la Escuela Andaluza de Artes Mágicas, en “GranHada”, proyecto con el que forman a nuevos talentos en la magia. En ocasiones, Miguel trabaja con diferentes profesionales de la gestión cultural y otros agentes dependiendo del proyecto que esté desarrollando.
La afición comenzó muy pronto, de niño, pues tuve la suerte de presenciar magia en directo y supe que yo había nacido para eso. Busqué a otras personas durante mucho tiempo (entonces no había internet) hasta que encontré gente que se dedicaba a la magia.
Leí, investigué, practiqué hasta la saciedad. Y, poco a poco, fui creando mi propia “universidad”, mi propia “carrera”, ya que no existía la posibilidad de estudiar este arte en ningún lugar. Hoy en día el panorama, por fin, está cambiando y sí es posible acercarse con más facilidad este mundillo. Otra cosa distinta, es mantenerte en él, porque eso es siempre lo más complicado.
Utilizo todo tipo de naipes: barajas de póker, españolas, del tarot… Las cartas son un medio para poder expresar mi pasión por la magia. Son como un libro desencuadernado, que tras cada mezcla, nos revela una historia. Y parte de mi trabajo consiste en descubrirlas.
Mis diferentes espectáculos son familiares, es decir, son para todas las edades incluyendo hasta niños. Aunque en cada uno de ellos aplico lo que denominamos “Arte Dramágico”, es decir, además de los maravillosos efectos mágicos, todos mis trabajos tienen una dramaturgia concreta que aporta un viaje emocional diferente, así como un tema que pasea por todo el espectáculo. Por ejemplo, en mi trabajo “Concierto para Baraja y Piano” voy acompañado de una pianista y la obra versa sobre relaciones de la magia y la música.
Por su parte, en mi espectáculo “AluCine, el Cine por Arte de Magia”, recorro la historia de ese gran juego de magia que es el cine, contando la vida y milagros del mago George Méliès, creador del cine como espectáculo. En “M, el Maravillador”, hablo de los superpoderes que todos tenemos si logramos creer en nosotros mismos y comparto escenario con un actor maravilloso que se llama Javier Parra.
Actualmente, estoy a punto de estrenar mi nueva obra que se llama “Invisible, la magia no existe”, un trabajo en el que hablo del concepto de invisibilidad desde diferentes puntos de vista. Comparto escena con Piñaki Gómez y Monti, actor y músico respectivamente.
Pero hay algo que une a todos mis trabajos: son muy divertidos y emocionantes. Los niños y niñas que vienen al teatro a vernos entran con sus padres y al comienzo tienen caras distintas. Al final todos salen con la misma: asombrados y felices.
La palabra ‘truco’, aunque es la que suele usarse comúnmente, no me gusta mucho, pues en su acepción hay una connotación de “engaño”, algo que NO existe en el arte de la magia. Para ser engañado, alguien no debe saber que lo está siendo, y esto no se cumple cuando vas a ver a un mago o maga.
Para responder a estas preguntas utilizaré la palabra “secreto” en su lugar. Los secretos que más me gustan son los que mezclan diferentes principios bien mecánicos o bien psicológicos o juntando ambos tipos para crear la ilusión del imposible. Pero, como son secretos, no puedo explicar ninguno de ellos en estas líneas. Todo arte que se precie es difícil. No existe ningún arte fácil. Por supuesto, como en toda disciplina de conocimiento, hay diferentes niveles.
Todos podemos tocar la guitarra, por poner un símil, pero ser Paco de Lucía es otra cosa. Pues pasa exactamente igual en la magia. Todos podemos aprender algún secreto ingenioso, hacer algún efecto mágico divertido.
Ser un artista es otra cuestión y exige sacrificio, tesón, disciplina y dedicar tu vida a este arte. Y precisamente esto es lo más maravilloso. Mi inspiración viene de muchas personas de disciplinas muy diferentes. Siempre estoy alerta de lo que me rodea. ¡Nunca se sabe cuando van a poseerte las musas!
MagoMigue vive la magia y hace que sus espectadores la vivan con él. Desde niño aprendió los secretos de este arte y elabora actuaciones que van mucho más allá del ilusionismo, involucrando al espectador en un viaje repleto de asombro y empatía que contribuye a ejercitar nuestra mente y nuestra capacidad de descubrir nuevas sensaciones y ver el mundo con otros ojos.