Miguel Habichayn Paniagua, abogado en Gandía, provincia de Valencia, nació en Argentina hace 50 años y vive en España desde 1997, es decir, casi la mitad de su vida la ha pasado en cada uno de los dos países. Trabaja en el despacho MH Abogados, que fundó en el año 2015.
En la actualidad es el único abogado del despacho porque la experiencia le indica que un despacho debe trabajar en una dirección, con un objetivo y una gestión clara. Esto no obsta para que colabore con profesionales de diversos sectores como, por ejemplo, psicólogos, mediadores, trabajadores sociales, notarios, porque todos ellos son fundamentales dentro de su campo de actuación y considera que es parte de su trabajo tener una visión no sólo desde el punto de vista del Derecho.
Miguel está especializado en el Derecho de Familia y Sucesiones y el Derecho Penal. Desde su adolescencia no recuerda querer ser otra cosa que abogado porque siempre le atrajo entender las reglas que rigen el mundo de las relaciones humanas dentro de una sociedad organizada. Una vez dentro del Derecho, como estudiante, le atrapó el Derecho Penal y nunca dudó que se dedicaría a ello. Sin embargo, al Derecho de Familia llegó por la práctica.
Los primeros asuntos que llevó sobre esta materia le involucraron mucho por la especial situación respecto de los niños, porque es hijo de padres divorciados y conoce esa situación de vulnerabilidad. Cuando comenzó a ejercer el Derecho enseguida se posicionó a favor de ellos, y siempre guarda esa máxima: en los divorcios, lo primero son los hijos.
Como abogado de familia intento ser cercano y sincero con mis representados. No me gusta la gente que es condescendiente conmigo y procuro no serlo yo con los demás. Recuerdo especialmente una anécdota de hace ya algunos años ocurrida en una comparecencia de una liquidación de sociedad de gananciales, es decir, la división y el reparto de los bienes de un matrimonio, nada menos.
Los abogados y el Secretario del Juzgado discutíamos sobre la inclusión de un bien en particular, una discusión algo acalorada por cierto, y en un momento me giré para localizar con la mirada a mi representada, y los vi a ambos: a ella y a su ex marido. Estaban retirados en el fondo de la sala, ajenos a la discusión, casi con miedo de intervenir y sin entender muy bien que se estaba diciendo allí.
Me pareció un despropósito que ellos no fuesen parte de la discusión. Era algo que iba a afectar su vida de una manera notoria en el futuro porque se trataba de un bien de gran valor, así que solicité a mi compañero y al Secretario del Juzgado que facilitaremos su integración a la discusión, cosa que ambos aceptaron de buen grado, debo decirlo.
Mucho tiempo más tarde tuve la ocasión de recordarlo con mi representada, y me confesó que en ese momento se sentía absolutamente desprotegida, y que siempre agradeció ese sencillo gesto de normalizar la discusión haciendo que ella forme parte. Ese es mi estilo de trabajo y creo que es mi fuerte, la comunicación.
En el Derecho de Familia hay dos cuestiones esenciales:
La primera es la actualización, ya que es un campo donde la evolución es constante no en modo de legislación pero sí en modo de Jurisprudencia. Hay Sentencias que cambian los sentidos jurisprudenciales y hay que seguir esa tendencia para conocer hacia dónde va el Derecho de Familia.
La otra cuestión es menos jurídica pero no es menos importante; en este campo hay que tener mucha flexibilidad y capacidad de adaptación. Cada familia es un mundo y todas merecen ser tratadas como algo distinto y no fijar para ellos las normas que hemos pensado para otras familias.
Las ventajas del procedimiento de mutuo acuerdo sobre el contencioso son muchísimas, pero se puede simplificar en el menor coste, el menor tiempo de resolución del conflicto y por ambas cuestiones mayor satisfacción.
No siempre es posible alcanzar un acuerdo, pero muchas veces es posible y no se intenta, porque falta esa flexibilidad que mencionaba antes. En esos casos es fundamental poder tener visión de contexto, no quedarse en cada disputa o cada diferencia que aleja a las personas. Hay que intentar ver los beneficios de ceder y negociar, y obtener beneficios en esa negociación. Es como un juego de varias sumas y varias restas todas al mismo tiempo. ¡Es apasionante!
MH Abogados está ubicado en Gandía, localidad valenciana. la dirección del despacho es Plaza de Bennacer 5 Entresuelo. El teléfono de contacto para pedir cita previa es 96 280 86 38, pero mucha gente se pone en contacto directamente escribiéndome un correo a miguelh@icav.es respuestas.
Miguel Habichayn Paniagua regenta su propio despacho de abogados en Gandía, MH Abogados, ejerciendo su especialidad en derecho penal y derecho civil y de familia. Para ello aplica siempre sus criterios de proximidad y empatía con su representado, entendiendo que cada familia, cada caso y cada cliente es distinto y alejándose de un servicio legal estandarizado que convierta a todos los casos y representados en piezas idénticas. Esta personalización del trato y de la gestión de cada caso son sus señas de identidad.