Javier Cuadrado, abogado en Girona, es un barcelonés de padres castellanos que estudió en Girona (primero Derecho, después Criminología y finalmente un postgrado de mediación) y en esta ciudad se quedó a trabajar. Empezó a desempeñar la abogacía en un despacho montado con otros tres compañeros de carrera. Fue una idea un poco alocada, tomada durante una comida entre amigos. Algunos quisieron participar, otros se quedaron al margen.
El proyecto no duró mucho, en aquel momento les faltaba experiencia. Desde entonces, Javier trabaja en solitario, aunque en un centro de trabajo donde hay compañeros maravillosos, también abogados, con los que intercambia siempre comentarios sobre leyes, dudas y anécdotas. Su principal especialidad es la extranjería y nacionalidad. También abarca el campo de las herencias. Aunque no tienen nada que ver uno con el otro, el último es un área del derecho que le gusta bastante por su lógica. En ocasiones lleva temas de otros tipos, como los de disputas entre inquilinos y propietarios de un piso, o divorcios.
Durante unos años de universidad, Javier fue voluntario en Cruz Roja. En una clase sobre derechos de los extranjeros le surgió la idea de dar algún tipo de asistencia jurídica dentro de los servicios de Cruz Roja. Resultó que era un programa ya en funcionamiento, así que fue fácil ponerlo en marcha en su demarcación.
Explica Javier que la extranjería es un área de trabajo delicada porque los clientes suelen jugárselo todo en el servicio que contratan: quedarse sin permiso de residencia significa no poder trabajar, perder el cómputo de años de cara a pedir la nacionalidad, o quizá incluso ser expulsados de España. Por otro lado también son muy agradecidos; en algunos casos puede que su abogado les haya cambiado literalmente la vida.
En el campo de la extranjería hay dos tipos de procesos: los administrativos, y los judiciales (o contencioso-administrativos). En los procesos judiciales es obligatorio estar representado por un abogado, pero en los administrativos, no. En ese caso, es un servicio que damos para que el cliente tenga la tranquilidad de saber que deja la tramitación de un asunto tan delicado en manos de alguien que se dedica casi en exclusiva a ese tipo de temas, y que ha visto casos como el suyo por decenas.
Por ejemplo, una fuente constante de preocupación para los extranjeros que solicitan residencia es si se pierde por el camino la carta donde les comunican la resolución de su expediente. No es muy frecuente que esto pase, pero cuando les han asegurado que en tres meses sale la resolución y ya han pasado cuatro, la ansiedad empieza a hacer mella. Pues en el caso de los profesionales, esta comunicación la recibimos en nuestro correo electrónico, con lo que es una preocupación menos.
Sin duda, una conexión a internet. A pesar de que la Administración va a remolque del resto de la sociedad, en el último año, y en parte debido a la crisis del COVID-19, se han hecho avances en cuanto a habilitar sistemas informáticos para que podamos presentar las solicitudes de permisos de residencia a través de internet. En el caso de las solicitudes de nacionalidad, ya funciona así desde finales de 2015.
Además, gracias a internet tampoco hace ya falta tener el despacho lleno de códigos legales, porque se pueden encontrar todas las leyes por internet, y es mucho más fácil hacer una búsqueda en una ley cuando se puede acceder a la función de búsqueda Ctrl+F.
También existen varias páginas web de pago que dan acceso a la mayoría de las sentencias dictadas en España, lo que se conoce como jurisprudencia. Con lo que, si tenemos planeado presentar una demanda, podemos saber cuáles han sido los resultados en casos similares.
Primero, el solicitante debe llevar en España un tiempo de forma regular. La cantidad de años depende de si está casado con un español y de su país de origen. Por ejemplo, un marroquí necesitará 10 años de residencia, un colombiano dos años. Pero una persona marroquí o colombiana casada con una española, solo un año.
Si este requisito se cumple, entonces deben pasarse dos exámenes: Uno de cultura española, y otro de lengua castellana, aunque los iberoamericanos o personas que han estudiado la ESO aquí están exentos. Una vez aprobados ambos exámenes, hay que reunir algunos documentos, unos del país de origen y otros de España, y se presenta todo por vía informática al Ministerio de Justicia.
Una vez presentado, suele tardar entre uno y tres años en resolverse.
Depende mucho de su país de procedencia y de la forma en la que vengan. Por ejemplo, un nacional comunitario (es decir, de un país de la Unión Europea) tiene automáticamente derecho de residencia. Un no comunitario que está casado con, o sea hijo de, un español o europeo lo tendrá mucho más fácil que alguien sin familia en España.
La situación más complicada, claro, es la de alguien que llega sin relaciones aquí, ni permiso de trabajo, y quizá sin siquiera ni visado de turismo, por ejemplo en patera.
Actualmente no se conceden apenas permisos de trabajo a personas que se encuentran en su país de origen, como se hacía antes por ejemplo para la temporada de cosecha. Eso significa que la inmensa mayoría de extranjeros que consiguen un permiso de residencia, o bien tienen familiares europeos aquí, o llevan varios años en España de forma irregular hasta que acceden al mecanismo llamado arraigo social. Se supone que es un permiso por «circunstancias extraordinarias», pero hoy en día es el más común de todos los permisos de residencia.
Javier Cuadrado Martínez.
Abogado colegiado nº 3465 del Il·lustre Col·legi d’Advocats de Girona.
C/ Riu Güell 4, bajos B, CP: 17001 GIRONA.
Telf. 628 093 804.
Fax. 972936743.
Para muchas personas es un sueño lograr regularizar su situación legal en nuestro país y poder acceder a todos los derechos y responsabilidades que tienen los demás ciudadanos. Para ello es imprescindible un conocimiento de las leyes de extranjería, así como de los procesos y el “entorno administrativo” en el que deben realizarse los trámites. Este es un conocimiento muy especializado que hace necesaria la contratación de abogados expertos y con amplia experiencia como es el caso de Javier Cuadrado.