Siempre se le dio bien escuchar a la gente y esto lo ha aplicado a su profesión. La parte de psicología con los clientes le gusta mucho. De hecho, ha sido ese mix, el causante de su pasión por el Derecho de familia, al poder permitirle ofrecer soluciones legales a problemas muy ligados a la parte emocional. Es una gran defensora del buen entendimiento entre cónyuges cuando trata divorcios, sobre todo si hay menores por medio.
Su nombre es Mª Antonia Martorell Heras, nació en Inca (Mallorca) y tiene 32 años. Es una apasionada del derecho de familia, no sólo de su vertiente legal sino también de la parte más humana y emocional y lleva más de 8 años ejerciendo la profesión. Tras licenciarse trabajó con su hermano, también abogado, con él tuvo la suerte de aprender mucho. Pero pasado un tiempo decidió montar su propio despacho y lleva ya trabajando para sí misma 6 años. Mª Antonia, se mantiene al día de todo lo que ocurre en su sector y para ello está en constante formación. Se considera una persona clara con sus clientes y empatiza con ellos desde el primer momento.
Ofrece sus servicios tanto de forma directa como a través de su página web:
www.martorellabogados.net Pero aquellos asuntos más delicados prefiere tratarlos de manera personal. En su despacho se tratan temas relacionados con el Derecho civil general y muy especialmente con el Derecho de familia. Trabaja sola, en un despacho acogedor y tranquilo, pero cuenta con un importante círculo de contactos profesionales: psicólogos, coaches, peritos y abogados expertos en diversas temáticas, que la ayudan cuando lo necesita.
Diría que la parte más significativa es la proximidad con el cliente, no sólo por lo comentado antes sobre el entorno tranquilo y relajado del despacho, sino también porque procuramos estar disponibles para dar ese consejo o apoyo siempre que se necesita, pudiendo contactar conmigo de múltiples maneras, ya sea de forma presencial concertando una cita, como por email, teléfono, whatsapp, etc.
En mi caso te diría que no, a mi despacho acuden tanto hombres como mujeres por igual. Quiero pensar que el motivo es el trato que reciben y la profesionalidad con la que trabajo, pero es cierto que quizás mi postura abierta a favor de la custodia compartida haga que los hombres confíen en mí. Pero vamos, también defiendo si es el caso custodias exclusivas para el padre o para la madre, ¡hay las dos cosas!
Al final se trata de valorar la situación, intentar ver con objetividad lo que sería correcto, adecuado o beneficioso para los hijos, tratando de hacer entender al cliente, sea hombre o mujer lo que en mi opinión sería más justo, eso sí defendiendo siempre sus intereses. En ocasiones funciona y en otras no, pero en cómputo general tanto mis clientes como yo estamos satisfechos con los resultados obtenidos, puesto que si se pone como objetivo el bienestar de los hijos y se trata de llegar a acuerdos por ambas partes es relativamente fácil que haya entendimiento.
La pregunta más reincidente creo que es ¿en qué situación me quedaría si me divorcio? Refiriéndose a la casa, la custodia de los hijos, etc. Pero no hay una respuesta única a esa pregunta, cada caso es diferente, por lo que hay que valorar la situación de cada persona, las posibilidades de acuerdo o no, etc.
Para poder ofrecer un asesoramiento claro, concreto y específico para cada situación. Por ejemplo, hay que diferenciar si nos encontramos ante separación de bienes o gananciales, si existe o no deuda hipotecaria, edad de los hijos, incluso algunos casos en lo que además hay empresas compartidas… Hay infinidad de situaciones y por tanto infinidad de respuestas.
Otras preguntas muy habituales son ¿qué sucede con los préstamos? o si ¿tengo derecho a alguna pensión? En ambos casos nuevamente hay que estudiar la situación ya que las respuestas son múltiples y cada caso tiene sus propias circunstancias y especialidades.
Nos dedicamos al derecho civil en general, eso incluye todo tipo de asesoramiento, redacción de documentos y representación en pleitos de diversa índole tales como arrendamientos, desahucios, reclamaciones de cantidad, herencias, incapacitaciones, etc.
Últimamente ha aumentado el número de matrimonios que deciden divorciarse. Algunos ni siquiera han cumplido el año de casados… Lo cierto es que cada vez la gente aguanta menos. Lo fácil es tomar el camino más rápido y cortar por lo sano, salpicando en muchos casos a terceras personas, los hijos. Cuando esto sucede, entran en juego los abogados especializados en Derecho de familia. Los abogados de ambas partes intentan mediar para que haya un acuerdo que sea beneficioso para todos, aunque no siempre es posible. La mayoría de las veces, como en el caso de Mª Antonia, ejercen también de psicólogos, tratando de convencer a sus clientes de cuál es la mejor solución en cada caso. Más aún cuando hay menores que puedan salir perjudicados. Su figura es fundamental para que el caso se resuelva de la mejor manera.