Hoy entrevistamos a Angélica Liliana o Lila, una mujer argentina que vive en España desde hace 15 años y que es abuela de cinco nietos. Y es gracias a ellos que arrancó su andadura en el mundo sin Gluten. Nos va a hablar de su obrador, donde ella sola trabaja.
En Argentina, Lila ya estudió pastelería creativa, cuando sus hijos eran pequeños. Explica que allí esta técnica que aplica ahora en su negocio no es nueva y durante muchos años cocinó para sus familiares. Cuando se mudaron a España, su hijo le pidió que hiciera una de sus tartas a su primera nieta. Y cuando fue a buscar los ingredientes se encontró con que tenía muy pocas opciones. Así nació la idea de empezar a hacer sus tartas de manera profesional. Entonces vio la necesidad de reciclarse y se matriculó en el IES Praves. Estudió pastelería. Un vez formada, se lanzó con ayuda de su familia a crear su propio negocio y abrió en un local pequeño la empresa Liladecora. Esta pasó a ser sin gluten cuando su hijo descubrió que tanto él como sus hijos eran celíacos. Más tarde, su hija también descubrió que era intolerante al gluten y lactosa.
El cambio en principio fue difícil, pero me propuse hacerlo . Además mi objetivo era que fueses rico, que gustará. Todo lo que había probado esa soso y seco. Yo sabía que esto era importantísimo porque los celíacos tienen pocas opciones.
Los nunca debe faltar son los ingredientes para las mezclas de las harinas ya que son las bases de todas las elaboraciones. Variar las mezclas significa cambiar la receta. Una receta que ya has probado y sabes que sale bien. Que falte un ingrediente es volver a empezar, es arriesgarse con el resultado. Si eres principiante, lo que más me costó fue encontrar un mayorista que me certifique que todos los productos son sin gluten. Que son de calidad y controlar mucho los vencimientos. La calidad y las marcas también son importantes, lo que das a tus clientes marca la calidad y la diferencia con otros obradores más industriales.
después de hablar con los clientes buscó inspiración, libros o en las redes. Entonces dibujo los diseños y si el cliente está de acuerdo, genial. Siempre les explico a los clientes que no se pueden reproducir tartas exactamente. Primero por que cada pastelera tiene su estilo y su destreza. Después por que es un plagio. Estas tartas son pequeñas obras de arte. Cada uno debe ponerle su estilo y creatividad. Su personalidad.
En los talleres les enseño absolutamente todo. Desde los productos que uso, cómo lo hago , las recetas y mis trucos personales. Está dirigido principalmente a celiacos o familiares que necesitan tener estos conocimientos para cocinas a sus hijos o parejas. Lo que es de pastelería creativa puede valer para todos los que les guste aprender estas técnicas. Y que se pueden adaptar fácilmente.
Cuando gran parte de la familia de Lila descubrió su intolerancia al gluten, ella quiso transformar su negocio de tartas, ya que se dio cuenta de que había muy pocas opciones para las personas celíacas. En ese momento, ya tenía muchos clientes en su empresa y algunos de ellos eran celíacos, puesto que siempre tuvo mucho cuidado con este sector de la población.