Ignacio Murube Fernández, organizador de campamentos en Sevilla, es un sevillano Licenciado en Educación Física y un apasionado de llenar la vida de experiencias, tanto la suya como la de los demás. Su motivación laboral surge de la necesidad de seguir sintiéndose vivo como cuando era un niño y quería aprender y divertirte todos los días.
Eso es lo que ofrecen en los campamentos, un trabajo que les encanta, aunque es duro físicamente, pasan frío en invierno y mucho calor en verano. Trabajan muchas horas y el dinero no es la recompensa, sino que esa recompensa la encuentran viendo que lo que hacen contribuye al bienestar de muchos niños que se lo demuestran con su sonrisa o su fidelidad año tras año.
Ignacio se considera afortunado por haber empezado en el mundo de la vela y la aventura ya desde muy pequeño y eso le hizo formarse desde joven en esta labor porque sabía lo que quería hacer en su vida. Over Limit vio la luz públicamente en 2002 con el Centro Náutico Over Limit en Vera (Almería), pero años antes la semilla ya estaba plantada con su hermano Alfonso en lo que se convertiría en la sede central de Over Limit, que es la Finca El Campillo.
Allí es donde desde el 2005 está el epicentro de tantas aventuras, experiencias y punto logístico para preparar la mayoría de eventos que realizan fuera. Sin embargo, el activo más espectacular que tiene la empresa es su equipo, que es el gran elemento diferenciador, por su implicación, cercanía, responsabilidad, simpatía y pasión a lo que hacen.
Sus integrantes convierten a cada cliente, a cada niño en alguien especial y esto les deja huella. En muchos casos, la primera huella de su experiencia fuera de casa, su primera noche y convivencia alejados de los padres. Un equipo así es clave para que la experiencia sea completa y esto no se puede comprar como unas instalaciones o el material deportivo. El área de especialización de Ignacio son las personas, el trabajo con ellas y la creación de productos y experiencias fruto del control de muchas disciplinas y experiencias propias.
Ganas de divertirse, olvidarse de los móviles y consolas y traer una mochila con lo que le recomendamos para vivir unos días inolvidables con nuevos amigos.
En nuestro caso, un sinfín de actividades de aventura, mucho deporte y un trabajo en valores muy grande, en respeto al medio ambiente, al prójimo, a los monitores… Sabemos que no educamos en una semana, pero somos conscientes de nuestro papel y capacidad de influencia en un niño y lo intentamos aprovechar a tope para intentar contribuir a la formación de mejores personas.
Difícil respuesta. Es uno de esos productos que el que contrata no es el que disfruta de lo adquirido, lo que dificulta muchas veces el conocer si lo prometido se corresponde con lo vivido y esto perjudica mucho a los que dentro del sector intentamos hacer bien las cosas.
Existe un poco de oportunismo y existe también mucha inexperiencia, muchas empresas que su equipo es siempre nuevo, joven y con más entusiasmo que conocimiento y esto aumenta las posibilidades de que no se hagan bien las cosas. Indudablemente el conocido «boca-oreja» es la mejor referencia, pero lleva tiempo conseguir una publicidad de ese tipo.
Nosotros, después de 15 años, nos beneficiamos de lo difícil que fueron los comienzos y del esfuerzo que supuso ganar la confianza de niños y padres y esto no es de un día para otro. Llegan nuevas instalaciones, nuevas empresas y es bueno, pero el filtro de la dureza del comienzo hace su trabajo y en muchos casos selecciona a los que vinieron a esta actividad por vocación.
Esta es una pregunta mucho más sencilla y podría enumerar los motivos por los que creo que es una buena inversión:
La experiencia de un campamento infantil supone sacar a los niños de la esfera de protección de los padres, algo necesario que pasará más pronto o más tarde. Por eso mismo, es mejor que esa primera experiencia se realice en un entorno controlado por profesionales apasionados por su trabajo que además se esfuerzan en transmitir valores positivos a los niños. En Campamentos Over Limit, Ignacio Murube Fernández y su equipo de expertos proporcionan estas primeras experiencias a los infantes bajo una supervisión comprometida y cuidadosa, logrando la tranquilidad de los padres al dejar a sus hijos en un entorno adecuado.