El bilbaíno de 26 años Juan Gorostiza, nacido en el barrio de Indautxu, siempre quiso realizar un trabajo que tuviera que ver con la gente. Afirma que siempre supo lo que no quería llevar a cabo como trabajador, que era realizar un trabajo relacionado con los ordenadores. Juan abrió su clínica de Fisioterapia en enero del año 2016 y recuerda que todo se debió a una serie de avatares del destino.
Estaba a punto de emigrar a Francia para encontrar empleo como fisioterapeuta y se estaba preparando para esa estancia en el país vecino. Sin embargo, las circunstancias a su alrededor cambiaron de manera inesperada y además le surgió una oportunidad imprevista para coger un local. Afirma Juan que ni siquiera tardó una semana en pensarlo. Tras hablar con su actual socio, decidieron ir poco a poco cogendo a más personas para el proyecto y hoy en día están muy satisfechos de cómo está discurriendo el mismo.
La especialidad de Juan es la fisioterapia del aparato locomotor. Tiene formación en dolor miofascial, un máster en osteopatía y está a punto de iniciar un máster de fisioterapia en Madrid, en la universidad San Pablo CEU. Además, tiene intención de cursar un doctorado y dedicarse a la formación universitaria. Dentro de su especialización no académica, Juan afirma que el dolor crónico y la ansiedad es la faceta que más le gusta y que más aplica en su labor diaria.
Dentro de la pirámide de tratamiento en fisioterapia en la base se encuentran los hábitos: sueño, alimentación (hincapié en intolerancias alimenticias), desacondicionamiento físico, estados emocionales poco favorables…
Si tiramos para arriba en la pirámide, por encima de la base está el trabajo activo. Esto se entiende como el entrenamiento de las funciones motoras que al paciente se le explican a través de ejercicios, y que tienen que aplicar, entendiendo siempre el objetivo del mismo para involucrarle en su propia sanación.
Más arriba y por lo tanto menos importante (aunque muy esencial) está la terapia manual. Los pacientes esperan que los fisios les quiten su mochila de dolor sin mirar adentro y reflexionar sobre lo que ellos pueden hacer.
Con todo esto me refiero al trabajo activo y su implicación.
La escucha activa y la empatía. Ambas son necesarias para procurarle al paciente ese tratamiento personalizado.
La osteopatía es una terapia manual basada en algunos conceptos científicos con predominancia sobre el estudio de la anatomía. Cada uno trata a su manera, yo no realizó manipulaciones a todos mis pacientes, además, prefiero otro tipo de sistema de trabajo aún haciendo el máster.
El número de sesiones es algo absolutamente independiente de cada persona y caso. Por eso es una cuestión difícil de determinar a priori, ya que es imprescindible atenerse a las circunstancias específicas y determinadas del caso y del paciente concreto.
En la clínica Alhóndiga de Juan Gorostiza manejan diversos tipos de terapias para poder personalizar mejor el tratamiento del paciente. Además, Juan sigue formándose para poder ofrecer las últimas novedades y los mejores avances científicos a quienes acudan a la clínica a mejorar su salud. Asimismo, los profesionales que componen el equipo de terapeutas de la clínica Alhóndiga fomentan la implicación activa del paciente para que realicen las actividades necesarias para maximizar los beneficios de su tratamiento.