María del Pilar Pol, florista en Palma de Mallorca, nació un 14 de Diciembre del año 1972, tiene una diplomatura en Relaciones Laborales, pero terminó siendo florista cuando conoció a su marido (toda su familia es profesional del este sector). Fue ese ámbito familiar lo que finalmente le empujó a tomar la decisión de ejercer una profesión en la que cada día tiene que emplear su creatividad.
Así, en lugar de estar ocho horas al día delante de un ordenador en un despacho, Maria del Pilar empezó con sus cuñadas en su negocio familiar. Durante toda la infancia de sus hijos ayudó a su marido sólo por las mañanas en su negocio de productor de flores y luego en 2013 empezó su andadura profesional ella sola. Hasta el año 2018 en que su marido falleció, trabajó con él y ahora sigue junto con su hija y junto a Mónica, quien es su mano derecha.
En la floristería La Rosaleda Palma de Mallorca abarcan todos los estilos y encargos dentro del arte floral habitual: desde flores para nacimientos, hasta encargos para cumpleaños, defunciones, etc. La especialidad de María del Pilar en los últimos años son los eventos, principalmente las bodas.
Cada ramo que hacemos es diferente, ya que nunca se puede realizar un mismo ramo igual porque cada vez creamos uno nuevo. Somos artesanos. Nos apasiona llegar a un sitio sin flores y cuando nos vamos dejando nuestras creaciones, ver que el sitio queda precioso.
Intento llevar herramientas de toda la vida porque al final, las innovaciones en este campo no son tan buenas.
Siempre pedimos que nos diga qué tipo de flor quiere, colores, gustos personales,… Normalmente siempre cumplimos las expectativas del cliente; podemos errar porque somos humanos pero creo que en un 99% de las ocasiones, acertamos.
Las más populares son peonías, hortensias, rosas de jardín. El motivo de estas flores se debe a que todas ellas son muy vistosas y elegantes.
Las flores son un símbolo universal de hermosura. Esto lo saben bien en la floristería La Rosaleda de Palma de Mallorca, donde la florista María del Pilar Pol sigue con el negocio familiar dando servicio a sus clientes con la ventaja de la experiencia acumulada durante años. El trato cercano, cordial y cálido y el talento para combinar flores y elaborar diseños elegantes y naturales son las señas de identidad de esta floristería y del equipo de trabajo que conforma su plantilla.