José Cáceres lleva cuatro décadas en Jerez de la Frontera aunque es zaragozano de nacimiento. Este fotógrafo de 43 años se licenció en Artes Gráficas, formación de dos años y medio que incluye Fotografía y Diseño Gráfico. Se inició trabajando en el departamento de publicidad de un periódico local durante ocho años. Allí desempeñó labores de diseñador gráfico, webmaster y, en ocasiones, fotógrafo.
Buscando mayor independencia profesional decidió centrarse en la fotografía. Su empresa empezó colaborando con otra dedicada a los detalles y música de las bodas, por lo que compartían espacio profesional. José recuerda que, en aquellos tiempos, el 95% de los ingresos provenían de las celebraciones nupciales. Tras varias idas y venidas durante años, José buscó dar el salto y finalmente abrir su propio estudio fotográfico independiente. Esto le ha permitido indagar nuevos mercados y ahora cuenta con un espacio de 70 metros cuadrados que usa como estudio y se está especializando en sesiones de fotos y reportajes newborn, embarazadas y familias. Estos reportajes suponen ahora el 70% de sus ingresos, mientras que el restante sigue viniendo de las bodas.
En todas nuestras sesiones acabamos riéndonos mucho. Tuvimos una mamá que después de hacer su reportaje premamá se fue directamente para el hospital para tener su bebé. A los dos días nos llamó ella misma para coger cita para su reportaje newborn.
Todos estos estos años he usado una Nikon d800, pero este último año he conocido a Fuji y me he enamorado.
Nuestros reportajes premamá empiezan en estudio por 80€ que incluye la sesión de unos 45 minutos y 8 fotos a 20×15, a partir de las siguientes fotos tienen un coste adicional. Hacemos seguimiento a los 2, 4, 6 y 8 meses de embarazo.
Intento hacer todo lo posible con los bebés: posturas, meterlos en distintas cajas y demás pero la verdad que todos nuestros papás y mamás salen muy contentos.
Un recién nacido, una boda, una ocasión familiar especial… Hay momentos que nos cambian la vida y necesitamos mantenerlos como tesoros inolvidables, pequeñas joyas a las que podamos volver una y otra vez siempre que queramos. Para lograrlo, no hay nada mejor que la magia de la fotografía de calidad, que sigue conjurando con su sensibilidad nuestros recuerdos más preciados.