Una boda siempre es un acontecimiento de los más señalados en la vida de cualquier ser humano, un momento de compromiso y felicidad a compartir con las personas más queridas. En una celebración tan especial, contar con un profesional que tenga la sensibilidad y técnica requeridas para recoger las imágenes del evento de la mejor manera, siempre es una apuesta segura.
Charlamos sobre fotografía de bodas con Javier Asenjo, que nos comenta que es de un pueblo de la provincia de Alicante y que lleva desde el año 2004, dedicándose de manera profesional al mundo de la fotografía. Es propietario del estudio de fotografía que lleva su mismo nombre y en el que trabaja, junto a un equipo, fotografiando y realizando vídeos.
Nos cuenta que estudió arte dramático y doblaje, y que estuvo trabajando en el medio audiovisual, tanto en radio como en televisión, durante muchos años. Desempeñó toda clase de labores delante y detrás de cámaras, hasta que dio el salto a la fotografía publicitaria.
La versatilidad es muy importante pues hemos de adaptarnos a las circunstancias de cada evento, de cada pareja, para que nuestro trabajo refleje la realidad que está viviendo y se sientan identificados con las imágenes que les vamos a entregar. La versatilidad va de la mano de la empatía, así que debemos ser empáticos, versátiles y transmitir calma para que todo fluya con naturalidad, esa es nuestra forma de trabajar.
Utilizamos equipos de primeras marcas y muy costosos, porque nos van a ayudar a sacar adelante el trabajo con la mejor calidad posible, en condiciones de luz extremas como por ejemplo, cuando hay muy poca luz. Siempre llevamos un equipo de sustitución, tanto en foto como en vídeo, porque las máquinas por muy costosas que sean, no están exentas de fallar algún día y las bodas no entienden de segundas oportunidades.
Normalmente cuando vienen a nuestra oficina es porque ya han visto trabajos nuestros o han oído hablar sobre nosotros. Se han informado, han buscado opiniones y reseñas de usuarios, digamos que, prácticamente ya nos conocen, así que el trato es muy cercano y amigable. Escuchamos sus propuestas y expectativas y les orientamos en todo lo que nuestra experiencia nos permite. En resumen, el trato suele ser cercano y muy amigable, pues es para nosotros un honor que nos confíen un trabajo tan personal.
Que sea creíble. Podemos utilizar las técnicas de fotografía más innovadoras, las cámaras y ópticas más avanzadas que existen hoy en día, pero si la imagen no es creíble, no traspasa, no cuenta nada, o lo que cuenta no es creíble, entonces carece de valor.
La fotografía de bodas ha experimentado grandes cambios en los últimos años. Las tradicionales imágenes de los novios posando con las familias de manera formal y aburrida, han pasado de moda. Ahora las parejas buscan a un profesional que sea capaz de retratar sus personalidades y sus gustos ofreciéndoles un trabajo personalizado y diferenciado.