Hay algunas veces que llevamos trabajando en un sitio simplemente por comodidad, porque llevamos tiempo, y esto se convierte en una rutina. Pero hay personas que no se conforman con esto, y deciden dar otro rumbo a sus vidas, y es entonces cuando deciden dejar todo y lanzarse a emprender.
Este es el caso de Marco, madrileño, apasionado de la fotografía y enamorado de las personas, los animales y los viajes. Su formación académica nada tiene que ver con la fotografía, pero desde que decidió dedicarse a ello, ha invertido mucho en formación (talleres, workshop, congresos).
Llegó a la profesión porque un día decide cambiar su trabajo por cuenta ajena que no le realizaba (como consultor de Riesgos Laborales y Sistemas de gestión de la Calidad), y arriesgarlo todo por una ilusión. Nuevo y azul nace en 2011, y está fundada por Marco y Álvaro.
Ambos se conocen porque coinciden en grupos y cursos de fotografías. Es entonces cuando llega el día de tomar la decisión y embarcarse en este proyecto juntos. A día de hoy, es Marco quien desempeña la mayoría de las tareas, pero Álvaro participa en momentos puntuales.
Lo que más me apasiona de la fotografía, es poder plasmar la realidad de una manera determinada, única, a través de la mirada personal. Cada disparo es un ejercicio de creatividad, donde pones tus conocimientos pero también tu corazón. Me encanta fotografiar todo tipo de motivo, pero especialmente las personas, con toda su expresividad. Las bodas son un escenario perfecto para practicar la fotografía documental, con una gran variedad de circunstancias y momentos diferentes, de gran emotividad. Son fotografías cargadas de contenido, mensaje y expresividad.
Actualmente usamos cámaras profesionales Nikon de formato completo, por cuestiones técnicas 8 rango dinámico y enfoque, pero la verdad que es casi circunstancial, puesto que nos gusta estar al corriente de las novedades del mercado y andar probando otras marcas y modelos. En ese sentido, “no nos casamos con nadie”.
Todos estos elementos repercuten en el resultado final de un reportaje. Una boda es un evento con un guión, pero donde has de estar preparado para todo tipo de imprevistos, donde normalmente te “enfrentas” a condiciones poco favorables a la hora de sacar la mejor fotografía (mala luz, prisas…). Como profesional has de estar preparado para dominar estas circunstancias y sacar lo mejor en cada momento.
Experiencia, conocimientos técnicos, creatividad, y una buena dosis de empatía ayudan. Pero sin duda, en fotografía (especialmente documental) de personas, lo que es determinante es la actitud de los fotografiados (en este caso los novios). Si ellos disfrutan, ríen, bailan etc. se verá en sus fotografías. La cámara, al final es solo una herramienta.
Procuramos personalizar cada presupuesto, pero nuestros reportajes parten desde los 1450 euros. Hay paquetes especiales con varios servicios que pueden complementar el básico.
Hay fotógrafos de evento profesionales, que se implican mucho en los proyectos que van a realizar, tanto que parecen narradores de pequeñas o grandes historias. Todas ellas están documentadas por imágenes, que son las que van a perdurar en el tiempo y las que harán que tengas un buen recuerdo de ese día. La empatía y el meterse en lo que son los momentos en sí, hacen que el profesional sea partícipe de todo lo que se está viviendo, llegando a formar parte de lo que se está contando. Es muy importante, que haya feeling entre los novios y el fotógrafo, porque de esta manera todo tendrá un final mucho más feliz.