Siempre ha sido una persona con grandes inquietudes creativas. Desde su niñez ha buscado experimentar y aprender sobre diferentes formas de expresión gráfica en el dibujo, la pintura, la fotografía y el diseño gráfico. Por ello decidió aparcar la ingeniería para tratar de consolidar su actual proyecto profesional, basado en la fotografía y el diseño gráfico para bodegas y sectores técnicos.
Imaxinemos es una empresa de fotografía y diseño que comenzó con timidez en el 2012 pero que no tardó en hacerse un hueco en el mercado. Hoy cuenta con clientes tan distinguidos como algunas de las bodegas más importantes de Galicia. Tanto los sectores vitivinícolas como los industriales y técnicos en general, suelen requerir de un buen conocimiento de sus mercados, de sus productos, de sus procesos, para comunicarnos de forma efectiva y adecuada. Vicente Fernández es director y único integrante de Imaxinemos, aunque cuenta con un grupo de estrechos colaboradores para el desarrollo de proyectos determinados. Es Ingeniero Técnico Industrial y posee el Máster en Diseño Industrial y parte de sus conocimientos en fotografía los ha adquirido de forma autodidacta.
Todos nuestros trabajos fotográficos parten de un buen conocimiento de la estrategia de marketing de nuestros clientes. Invertimos tiempo en ello. Es básico para identificar y definir las imágenes más adecuadas para comunicar esas estrategias de marketing. A partir de ahí tratamos de componer fotografías que comuniquen los conceptos de esa estrategia de forma directa y clara, renunciando a contenido u ornamentos que no aporten valor, y que incluso podrían desviar la atención del espectador respecto del mensaje que le queremos transmitir. Contribuimos a generar una adecuada primera impresión si logramos conectar con el público objetivo a través de nuestras imágenes y conseguimos transmitirle de forma correcta y eficaz las ideas que describen la estrategia de marketing de ese proyecto/producto/empresa.
Por la diversidad de trabajos que realizamos, optamos por utilizar cámara réflex Full Frame, particularmente Canon EOS 5D Mark IV. Si bien, salvo en casos en que se puedan necesitar muy altas resoluciones donde convendría utilizar cámaras de formato medio, para la fotografía de botellas de vino consideramos mucho más importante la correcta elección de los objetivos y un buen manejo de la luz. La luz lo es todo en fotografía. En estudio resulta determinante el correcto manejo de diferentes modificadores y difusores de luz, las distancias de estos al objeto a fotografiar, el control de la cantidad de luz que se emite desde cada foco, etcétera. Todo ello siempre con fuentes de luz que permitan el mayor rango cromático posible.
Vivimos en la era del marketing. Cada vino se concibe para un público concreto, con unas características y hábitos de consumo concretos. Esto ya se tiene muy en cuenta a la hora de diseñar su botella. No es lo mismo un vino para un perfil joven que se está iniciando en el consumo del vino, que una edición limitada de un vino de parcela enfocado hacia un perfil especializado y entendido, dispuesto a pagar lo que vale ese vino. Por ello, en ocasiones resulta interesante poner un vino en un contexto concreto. Una botella en primer plano sobre un paisaje que muestre la viticultura heroica que se practica en algunas regiones de nuestro país, un bodegón en el que se muestre un maridaje perfecto entre un plato y un vino, un grupo de personas que respondan a un estereotipo concreto consumiendo ese vino en un ambiente concreto y un largo etcétera. Es un recurso muy utilizado para captar la atención del público objetivo de ese cada.
Al igual que un mago no revela sus trucos, un fotógrafo de producto no suele entrar en muchos detalles sobre sus esquemas de iluminación. Es su Know-How y eso es una de sus posesiones más valiosas. Pero como ya comenté anteriormente, la clave suele estar en una correcta utilización de la luz y de los diferentes modificadores que se pueden utilizar, de la potencia empleada en cada foco o de la distancia de cada foco al objeto y de Photoshop. Cada fotografía de producto de botellas de vino que yo hago implica aproximadamente 30 minutos de edición en Photoshop para borrar fondo, añadir sombra digital, arreglar defectos que pueda presentar la botella o la etiqueta, y borrar algún que otro reflejo no deseado. Una adecuada gestión de color también es determinante cuando se pretende un resultado profesional.
La empresa de fotografía Imaxinemos ha participado en varios concursos de fotografía como Endodesign Experience para tapón de vino, resultando vencedores, y han realizado proyectos de diseño y fotografía de producto para varias marcas famosas y de reconocido prestigio de vinos de Galicia. Su marcado enfoque técnico es la clave de su negocio y aunque entendemos que las técnicas de cada maestro nunca se desvelan, le agradecemos el haber compartido algunos de sus secretos con nosotros.