Siempre fue una niña con una cámara en la mano , le encantaba hacer fotos a todo pero en un primer momento no lo enfocó como mi modo de vida. Poco a poco con el paso del tiempo, se daría cuenta de que sí lo era, y que eso que había considerado un simple hobby, marcaría su futuro, hasta el punto que le llevó a crear su propia empresa y dedicar su vida profesional a ello.
Su nombre es Carmen Caballero, pero se le conoce como Mamen. Tiene 34 años y dirige su empresa en Serranillos del Valle (Madrid). Para especializarse en fotografía infantil realizó varios cursos nacionales e internacionales, pero el que más le aportó fue el “One to One” con Bea Pastor, uno de sus referentes en fotografía infantil. Continuamente realiza formaciones, talleres, workshop, y asiste a congresos para estar adquiriendo siempre nuevos conocimientos. Dice que le encanta aprender. Estudió técnico veterinario y vivió de ello 16 años, en los cuales a la vez comenzó a estudiar y a vivir de la fotografía. Casi sin darse cuenta empezaron a pedirle sesiones de fotos , y cuando nació su primer hijo, tuvo un parto muy complicado, y aunque en un primer momento tenía pensado hacerle ella misma las fotos, no pudo ser. En su reposo empezó a descubrir a través de las redes sociales la fotografía infantil y de familia, y se enamoró de ella.
Por la situación que vivía se dio cuenta de la importancia de reflejar unos momentos tan importantes, sobre todo las sesiones Newborn, donde cada día su bebé cambiaba. En ese momento fue cuando decidió especializarse en esto, y tras tres años compaginando sus dos trabajos, se aventuró y creó “Cuando Sonries Fotografia”. Tras un año trabajando en domicilios y exteriores, abrió su estudio. Normalmente está sola pero en ocasiones requiere de ayuda por parte de compañeros.
Siempre me encantaron los niños, tengo muchísimas imaginación, soy cariñosa, todo el mundo dice que yo no paro de hacer el tonto y de sonreír, y además me sobra paciencia , por eso creo que se me da tan bien la fotografía familiar porque todo esto hace una mezcla perfecta. Lo que más me gusta es ver crecer a los niños que siempre vuelven, y al final entablar una relación de amistad con las familias. Me encanta crear recuerdos tan especiales.
Mis imprescindibles son la CANON 5D MARK IV, Y EL OBJETIVO 50 1.2, con eso trabajo tanto dentro de estudio como fuera. Me encanta jugar con las luces y crear ese efecto mágico.
Normalmente siempre les digo que elijan un color que les guste, y que cada miembro de la familia traiga una prenda con ese tono. Sin grandes marcas visibles y adaptados al entorno donde realizamos la sesión. Si es de estudio, dispongo de mucho vestuario que si lo desean pueden usar. Siempre les digo que se relajen y que es el momento adecuado para besar y abrazar todo lo que quieran. A los papás les digo que se acerquen como si fueran novios, eso les hace mucha gracia.
Yo las realizo durante todo el año, normalmente son de exterior, y voy donde las familias eligen. En la cita de reserva yo les enseño las diferentes localizaciones que en función de sus gustos pueden ser idóneas, y juntos decidimos donde mejor será.
Los recuerdos son algo que perduran con el tiempo y conforme vamos creciendo se acentúan más, quizás porque nos volvemos más nostálgicos. Es entonces cuando comenzamos a repasar álbumes de fotos de cuando éramos pequeños o del nacimiento de los hijos, de cómo fue su infancia. Esto podemos hacerlo gracias a los profesionales de la fotografía, aquellos que en ese momento retrataron a los peques o a nosotros mismos, y que quieras o no fueron partícipes de esos momentos tan felices que supone el nacimiento de un niño, y sus primeros días de vida. No hay que perder estas tradiciones, y confiar siempre en los fotógrafos especializados en este sector.