Esther Torres nació en Las Palmas de Gran Canaria. Es maestra de educación infantil, psicomotricista y además, hoy en día, es fotógrafa profesional. Y es que mientras ejercía como maestra, la fotografía empezó a ocupar su tiempo libre como hobby. Fue entonces cuando vió la oportunidad de estudiar durante un año fotografía profesional en Barcelona y fue allí donde adquirió todos sus conocimientos sobre la materia.
Esther continuó como maestra mientras se formaba y especializaba en la fotografía profesional infantil, hasta que decidió dedicarse a ello únicamente. Se formó en IDEP y realizó varios workshops tanto de fotografía de recién nacidos como infantil (Kelly Ryden, Tracy Raver, Davinia Madrigal, Toni Lara, Elena Shumilova).
Además de toda la información adquirida en los diferentes congresos como son Baby&Kid o BABYF. Confiesa que llegar a donde está ahora mismo no ha sido un camino fácil y que ha sido una inversión importante tanto económica como personal pero dedicarse a su pasión le merece la pena cada día.
La fotografía debe transmitir aquello que has sentido al disparar. Captar la esencia y emoción del momento.
Utilizo mi D810 con objetivos 50mm y 85mm preferentemente, muy luminosos.
La utilización de atrezzo va con el estilo de cada fotógrafo y familia. Yo personalmente utilizo muy poco y sencillo porque me gusta que los recién nacidos sean los auténticos protagonistas.
Para mí es fundamental reconocer el tono muscular de cada bebé, para así poder respetar al máximo las posturas a realizar en la sesión. La seguridad y el respeto por el recién nacido son primordiales en todas mis sesiones.
Esther Torres cambió las pizarras por las cámaras de fotos pero su predilección por los más pequeños continúa ya que en todas sus sesiones les da el protagonismo que merecen. Dice que no es muy fan de los atrezzos ya que prefiere que sean los bebés quienes llamen la atención del espectador. Sencillez, naturalidad y sensibilidad son adjetivos que presentan su trabajo.