Jesús Rodríguez Martín es un cacereño de 41 años afincado en Alicante. Es fotógrafo freelance, algo que espera seguir haciendo durante los próximos años de su vida profesional. Cuando tiene trabajos de cantidades grandes se apoya en otras dos fotógrafas freelance que ha formado para colaborar con él en el retoque y sin las cuales no podría actualmente mantener sus clientes principales. Jesús es ingeniero técnico en informática de Gestión.
Este profesional que entrevistamos hoy no tiene estudios reglados en fotografía, sino que se ha formado de forma autodidacta. Una vez que comenzó a trabajar como fotógrafo se ha formado mucho online en vídeo, especialmente americana, específica en los tipos de proyecto que ha ido acometiendo. Poco a poco la fotografía de producto comenzó a llamarle la atención y empezó a trabajar como fotógrafo para una marca de relojes, lo que ayudó a desarrollarse mucho como fotógrafo de producto. A los dos años empezó a trabajar únicamente como tal, y es en lo que se ha centrado. Lleva desde 2011 trabajando como fotógrafo y desde 2014 únicamente como fotógrafo de producto. Ha fotografiado de todo, pero actualmente se centra sobre todo en zapatos, relojes y muebles.
Menos es más en la fotografía gastronómica y en general en todo tipo de fotografía. En fotografía gastronómica es importante que el uso de atrezo e iluminación sean coherentes y ayuden a generar una atmósfera que tenga sentido con el tipo de alimento fotografiado y el mensaje que se quiera transmitir. Cada elemento que se añade debe tener una misión dentro del mensaje final. Si se añaden demasiados elementos, estos pugnarán con el protagonista y el observador no va a saber dónde mirar, lo cual no viene bien.
En mi caso utilizo una cámara réflex Full Frame y objetivos fijos, normalmente macro, que den buena calidad a aperturas muy cerradas para darle mucha profundidad de campo, y por tanto nitidez, al producto. Este tipo de cámara da buena calidad para fotografías que se utilizarán principalmente en web o catálogos impresos. Para impresiones muy grandes es más recomendable usar cámaras de gran formato o formato medio, pero no suele ser mi caso y por eso no los utilizo. En la mayoría de los casos mis fotografías se utilizan en redes sociales y venta online. El objetivo que más utilizo es un fijo de 100mm. macro que deforma muy poco el producto y da buena calidad. El equipo utilizado debe ir en consonancia con el tipo de clientes y proyectos que realices.
Lo más importante al fotografiar una obra de arte es que cuando el autor vea la foto diga «así es mi cuadro». En el caso de pintura es muy importante tener un proceso de color calibrado y un ajuste de blancos correcto durante todo el proceso de la fotografía, para capturar con exactitud los colores y la luminosidad original del cuadro. La luz natural no es buena para la fotografía de cuadros, pues es variable y difícilmente controlable en intensidad y temperatura de color. La luz de flash, al contrario, es fácilmente controlable. En la fotografía de cuadros es muy importante controlar el entorno en el que se fotografía la obra para que no haya elementos que contaminen de color o reflejos la obra. También es importante controlar la dirección y calidad de la luz para regular la longitud de la sombra y con ello el granulado de los pigmentos. Es un tipo de fotografía mucho más técnica de lo que se puede esperar.
Normalmente con el porfolio una empresa ya sabe qué puede esperar de ti a nivel artístico y técnico. Lo siguiente que le importa a una empresa suele ser que el coste se adecúe a su presupuesto, que se puedan cumplir sus plazos y por último que el nivel de compromiso sea alto, así como la flexibilidad. En la mayoría de los proyectos hay complicaciones. Es habitual tener que fotografiar más de lo estimado, que falte producto, que el producto esté dañado y haya que resolver ciertos problemas con photoshop, o que no haya productos de los colores o tallas. A veces hay que echarle mucha imaginación para resolver todos estos imprevistos. Hay empresas que tienen las ideas muy claras y otras que necesitan que les asesores en cosas tan sencillas como el ángulo o el tipo de toma que se quiere hacer dependiendo del uso que se le vaya a dar. También es muy diferente trabajar directamente con una empresa pequeña o incipiente que a través de una agencia, donde normalmente se hace un trabajo de equipo con el director de arte y donde los requisitos están mucho más definidos.
Antes de ser fotógrafo trabajaba como analista informático en departamentos de fabricación, distribución y logística en distintas empresas industriales. Con el tiempo se desencantó con la informática y buscó una vía alternativa. Años antes había desarrollado una web con un curso gratuito de iniciación a la fotografía llamado www.thewebfoto.com, que sigue disponible hoy en día. Tras dejar la informática comenzó a impartir cursos de fotografía de fin de semana por distintas ciudades españolas. Disfrutó mucho enseñando fotografía en los más de 130 cursos que impartió durante unos 7 años. Mientras, fue empezando a trabajar como fotógrafo primero de todo tipo de fotografía social y finalmente como fotógrafo de producto.