Juan Miguel Sánchez Moreno (o Juanmi para los amigos), tiene 32 años, nació en Cartagena aunque vive actualmente en Madrid. Para realizar sus fotografías, sobre todo cuando de bodas se trata, viaja por toda España. En su empresa, Infraleve, tiene la oportunidad de trabajar con compañeros de confianza siendo él quien se encarga siempre del montaje, para dar la certeza a la pareja de que el estilo que están viendo en el portfolio, sea fiel al trabajo que finalmente van a recibir.
Juan Miguel terminó el Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la Universidad de Murcia, aunque finalmente no se dedicó a ello. Todo lo que sabe de fotografía lo aprendió prácticamente de forma autodidacta, de la mano de la realización de diferentes cursos para mejorar algunos aspectos.
El cambio de gremio fue un proceso natural: pasó de un gremio que no le convencía a hacer de su gran pasión su profesión. Una depresión y un periodo de reflexión por el medio le hizo a este fotógrafo darse cuenta de que debía dedicarse a lo que le gusta.
Creó la marca audiovisual especializada en bodas “Infraleve”, con la intención de ofrecer a los clientes un servicio completo en términos audiovisuales: fotografía, vídeo, álbumes, photocall y demás detalles visuales que son comunes en este tipo de eventos.
Uno de los atractivos de Infraleve es que ofrece packs asequibles de todos estos servicios con la intención de ahorrarle dinero y quebraderos de cabeza a los novios, algo que estos siempre agradecen. Esta idea surgió de forma natural, ya que Juanmi veía que muchas parejas, tras contratar sus servicios fotográficos, le preguntaban si conocía a gente que hiciera vídeo, photocall, dron, etc. Y decidió que él se encargaría de todo ello.
En Infraleve priorizamos la naturalidad a la perfección artificial o forzada. Salvo en las sesiones de pareja (preboda o postboda), evitamos las poses en todo momento, aunque en determinadas ocasiones también consideramos acertado guiar a los novios, pero siempre de forma sutil, ya que creemos que la boda es un día para que los novios disfruten y vivan el momento. En más de una ocasión, los novios nos han llegado a decir que no se han enterado que estábamos en la boda, algo que nosotros consideramos un triunfo y, de hecho, uno de los objetivos principales que nos ponemos como equipo.
Estamos invirtiendo continuamente en la renovación de equipos, ya que entendemos que las bodas requieren un gran nivel de exigencia y fiabilidad en términos técnicos. La boda es un día único e irrepetible, por tanto, un fallo en el enfoque (por ejemplo) en un momento crucial (anillos, arroz, corte de tarta…) puede echar por tierra todo el trabajo.
En lo concreto, tanto en fotografía como en vídeo utilizamos siempre objetivos fijos, ya que ofrecen mayor calidad y, además, tienen mejor rendimiento en condiciones de poca luz. Gracias a este buen rendimiento podemos prescindir en muchas ocasiones del flash, un recurso que, aunque consideramos interesante y hasta ineludible en algunos casos, no nos ayuda a pasar desapercibidos, algo que consideramos crucial para mantener la marca de nuestro trabajo.
En cuanto a vídeo, utilizamos un equipo especialmente dedicado a la grabación y que nos aporte un 100% de fiabilidad, además de utilizar estabilizadores o gimbals profesionales, que nos ayudan a darle ese toque cinematográfico que luego nos gusta darle al vídeo final.
En mi caso he tenido todo tipo de clientes con gustos distintos, pero observo un interés en la demanda de fotografías naturales, fuera del postureo, algo que precisamente agradezco, ya que va más con mi personalidad. Las bodas aglutinan diferentes conceptos de fotografía que no tienen por qué ser excluyentes entre sí, de hecho, me gusta decir que en realidad entregamos un reportaje híbrido, fuera de la monótono.
De manera muy resumida, podríamos decir que al final entregamos un 70% de fotoperiodismo, un 20% artístico o conceptual y un 10% clásico (posados o semi-posados). En definitiva, teniendo en cuenta que al final se entregan bastantes fotos, es importante evitar entregar un trabajo que quede demasiado lineal o previsible.
Aunque he hecho fotografía de estudio, no es mi campo de especialización, trabajo más agusto desde la imprevisibilidad de los reportajes (conciertos, shows, deportes…).
Supe que me iba a gustar este tipo de fotografía documental cuando empecé, desde la pura afición, con la fotografía callejera. Recuerdo que me fascinó el documental “Everybody Street”, con el que se me abrió un mundo nuevo gracias a fotógrafos tan excepcionales como Mary Ellen o Bruce Gilden.
En esencia, creo que he llevado parte de ese espíritu callejero al resto de mi trabajo. Por otro lado, la fotografía inmobiliaria la puedo considerar otro de mis fuertes. Creo que ofrezco rapidez y profesionalidad a precios económicos. Reportajes de inmuebles que pueden ir desde los 40€ hasta los 300€, dependiendo de condiciones y necesidades de las empresas o clientes.
Para bodas tenemos una oferta difícilmente superable en cuanto a relación calidad-precio (aunque esté mal que lo diga yo jeje). Nuestro concepto de Infraleve nos ha ayudado a reducir costes innecesarios, lo que se traduce en tarifas bastante reducidas respecto a nuestra competencia. Por ejemplo, dos de nuestros servicios más vendidos son:
• PACK KISS=PREBODA O POSTBODA+REPORTAJE DE FOTOS DE LA BODA COMPLETA+ÁLBUM por 1150€.
• PACK LOVE= PREBODA O POSTBODA+REPORTAJE DE FOTOS Y VIDEO DE LA BODA COMPLETA+ÁLBUM por 1850€.
Por último, decir que somos flexibles y nos gusta adaptarnos a las necesidades de todas las parejas, ofreciendo incluso mini-reportajes de boda desde los 500€, para aquellos novios que tengan pensado una celebración más sencilla.
Juan Miguel Sánchez Moreno fotógrafo de eventos en Madrid, creador de la empresa Infraleve ha observado que una de las grandes tendencias actuales de lo que las parejas demandan para su boda son las fotografías espontáneas y naturales. Y eso lo agradece Juanmi porque va más acorde a su personalidad, que intenta pasar desapercibido entre los invitados, para que no se sientan cohibidos cuando la cámara los apunta.