Juan Carlos Álvarez Rodríguez nació en Oviedo en el año 1957, desarrolla su actividad profesional como administrador de fincas colegiado desde el año 1979, habiendo sido propietario y consejero delegado de la empresa decana en Asturias durante 25 años gestionando un patrimonio inmobiliario de más de 130 edificios y 10 millones de euros anuales. Transcurrido ese periodo, señalado anteriormente, inicia un nuevo proyecto empresarial que se centra en su actual empresa, de nombre comercial, Urbefincas, con un equipo multidisciplinar compuesto de licenciados en Administración y Dirección de empresas y en el que se han integrado, igualmente, personas de gran experiencia en el mundo inmobiliario, pertenecientes a su primera empresa administradora. Este profesional estudió Ciencias Económicas y Empresariales, la cual ha sido complementada, con posterioridad, con los títulos profesionales de Agente de la Propiedad Inmobiliaria, Corredor de Seguros, Técnico de Prevención de Riesgos Laborales y Auditor Interno de Sistemas de Gestión de Calidad ISO 9001. En el año 2000 también completó su formación en el Institute Real Estate Management (IREM) con sede en Chicago, gracias a la cual obtuvo la acreditación como Certified Property Manager (CPM®), tras superar cinco cursos de Gestión Empresarial y Administración Residencial, recogida en la convención anual celebrada en San Francisco (EEUU).
Al acabar la universidad, Juan Carlos desconocía totalmente cuál era la tarea de un administrador de fincas pero, gracias a la invitación de uno de sus profesores para entrar en este mundo, no tuvo más remedio que aprenderlo rápidamente en su primer año, en el cual ya asumió la gestión de más de 50 edificios. Por tanto, ha sido su única ocupación a lo largo de estos 40 años, si bien, su inquietud empresarial lo ha llevado a crear y emprender en otros proyectos empresariales relacionados con la Prevención de Riesgos Laborales, Consultoría de Protección de Datos, Consultoría y Auditoría Inmobiliaria en Latinoamérica y el desarrollo de soluciones tecnológicas ágiles para la mejora de los servicios a las comunidades.
Tanto las tecnologías instrumentales (movilidad, redes sociales, cloud computing) como las transformadoras (Internet de las cosas, bussines intelligence, inteligencia artificial etc) son los pilares en los que basamos nuestros servicios de administración inmobiliaria. Apostamos por facilitar a nuestros clientes nuevos productos o servicios que le hagan mas fácil su vida en comunidad y por la administración predictiva que nos permita generar ahorros en los costes de mantenimiento y obtener rentabilidades de las inversiones que se realicen en cada inmueble.
Hemos implantado en diversos edificios de nuestra cartera la apertura telemática de los portones de acceso a los garajes utilizando el teléfono móvil, cediendo de forma gratuita a la comunidad un dispositivo que se comunica por tarjeta sim y permite su utilización a todos los miembros de cada vivienda como invitados del titular.
También hemos comenzado a aplicar el business intelligence para la presentación de los estados de cuentas anuales, la planificación del riego inteligente y control de consumos de agua con sensores y tenemos en desarrollo la implantación de los chatbots para facilitar la información a nuestros clientes. Todo ello a través de la firma Administrâpolis en la que nos hemos integrado un grupo de administradores de fincas con la misma filosofía empresarial.
Como los honorarios profesionales no están condicionados por tarifas obligatorias, el coste de los servicios que facilita un administrador de fincas colegiado deberá variar en función de la propuesta de valor que se entrega al cliente, la diferenciación en las actividades desplegadas y los valores de cada empresa inmobiliaria, su cercanía, su garantía, su atención personalizada, su capacidad de innovación y su compromiso para la resolución de las necesidades y problemas. En función de las características de cada edificio, sus servicios comunes, sus elementos especiales (piscinas, juegos infantiles, jardinería etc) el administrador establecerá un coste por vivienda o local adaptado a los servicios demandados por la comunidad, variando según las opciones de contratación de un servicio integral asumiendo el cargo de secretario de la junta, un servicio reducido (sólo determinados servicios) o un servicio básico y puntual de asesoramiento. Contratar un administrador de fincas colegiado le reporta a la comunidad una total tranquilidad en la gestión y cumplimiento de todas las obligaciones económicas, laborales y fiscales, además de un adecuado mantenimiento de los elementos comunes y la observancia y respecto a todos los asuntos jurídicos derivados de la vigente Ley de Propiedad Horizontal.
Esta empresa nace en el año 2005 en pleno desarrollo inmobiliario de nuestro país lo cual ha permitido, en un primer periodo, un rápido y ordenado crecimiento centrado principalmente en edificios residenciales de nueva construcción. Como consecuencia de la crisis inmobiliaria detectada a partir del año 2007, Urbefincas se ha adaptado a los nuevos escenarios derivados de su magnitud y ha apostado por adaptar su propuesta de valor a las necesidades de los clientes, centrando su actividad en resolver sus problemas y mejorar su experiencia de usuarios e implantando las nuevas tecnologías en el desarrollo de su actividad.
