Mónica Ropero nació hace 35 años en Plasencia, provincia de Cáceres y estudió Historia del Arte debido a su interés por las expresiones artísticas. Entre esas expresiones, desde muy pronto, la fotografía ocupó un lugar destacado. Mónica disfruta con la idea de poder plasmar un recuerdo que pasa de una manera tan fugaz que en muchas ocasiones ni siquiera lo valoramos. La fotografía puede ejercer de antídoto contra esa fugacidad y falta de aprecio de esos momentos.
Su empresa, Extudio 83, la dirige junto con Raúl, quien, además de ser su compañero de trabajo es su compañero de vida. Ambos son dos apasionados de la fotografía. Cuando Raúl finalizó sus estudios de Fotografía en Madrid y Mónica obtuvo su Licenciatura, él le animó a dar el gran salto y dedicarse ambos a una de sus pasiones comunes: la fotografía.
Y, desde el 2014, Raúl y Mónica plasman recuerdos de muchas parejas y padres de gran parte de Extremadura y parte de España. Ambos abordan la fotografía aunque de manera distinta y con puntos de vista propios. Mientras que Raúl se encarga de las fotografías de bodas, Mónica se encarga de las sesiones de fotos de embarazo y los bebés (fotografía familiar).
El embarazo es una etapa irrepetible que nunca se quiere olvidar. Es por este motivo que las fotos de premamá son unas fotos muy especiales, llenas de ternura e ilusión. Nuestro objetivo en estas sesiones es captar esos sentimientos tan únicos con un resultado final que emocione.
En exterior, luz natural de atardeceres, y en estudio flashes con difusores imitando un poco la luz natural. Ademá,s siempre trabajamos con ópticas fijas.
Depende de varios factores, pero puede durar entre 1 y 3 horas, siempre hablando y tranquilizando a la pareja para que las fotos sean lo más naturales posibles.
Cualquier lugar es bueno, pero la luz de primavera es única. Siempre un atardecer mejora el ambiente y la fotografía final.
Extudio 83 proporciona a sus clientes la posibilidad de capturar esos momentos de nuestras vidas que todos queremos recordar. Pero Mónica y Raúl proponen hacerlo de un modo distinto, manejando la luz para otorgar pleno protagonismo a los retratados, sin artificios y extrayendo de cada instante la esencia de las emociones implicadas, para que la fotografía refleje de un modo natural todos los sentimientos y el sentido que esos momentos especiales tienen en nuestras vidas.