Guillermo Granero, de 41 años, comenzó a pintar con solo 7 años y realizó su primera exposición individual con 14. Esta pasión temprana se ha mantenido toda su vida, lo que le llevó a licenciarse en Bellas Artes y cursar estudios de arquitectura. Pronto se dio cuenta de que además le atraía la docencia de las artes plásticas y de la imagen, a la que lleva dedicándose 13 años.
Esta pulsión docente le llevó a fundar su empresa deGranero Taller de Dibujo, Pintura y Fotografía, que el próximo enero cumplirá cinco años de trayectoria. Se trata de un taller de enseñanza personalizada para cada alumno, sea cual sea su nivel. Están especializados en la enseñanza de dibujo, pintura y fotografía. Además, dirigen proyectos de artistas noveles y comisarían exposiciones.
A día de hoy, el equipo docente de deGranero lo conforman dos personas, pero cuentan con más de 10 colaboradores que imparten cursos monográficos o participan en diferentes actividades, lo que les permite ofrecer una amplia oferta a los numerosos alumnos que ya han pasado y siguen pasando por sus aulas.
El dibujo, la pintura y la fotografía por supuesto que se relacionan entre sí. Se pueden desarrollar por separado, pero hoy en día un artista debe ser multidisciplinar. Da igual con qué lo cuentes si el mensaje de la obra es el correcto.
En el taller de pintura impartimos también algunas charlas teóricas apoyadas en referentes fotográficos proyectados. Además de la teoría, nos gusta mancharnos las manos y trabajar frente a frente con nuestros alumnos, enseñándoles diferentes recursos. También nos apoyamos en visitas puntuales a exposiciones y visionados de películas de diferentes artistas.
La pintura es terapia, y con eso quiero decir que el acto de pintar se convierte en una válvula de escape. Aunque he de decir que alguien que pinta no tiene por qué ser creativo; hay gente a la que sólo le interesa aprender una técnica, aunque a nosotros nos gusta estimular la creatividad de cada alumno en cada ejercicio y que lleguen a hacer obras muy personales.
El problema más común es el miedo. La cámara impone al principio y hay que tener algunas nociones teóricas para comenzar a trabajar con ella. Pero esos problemas los resolvemos fácilmente trabajando con ellos mano a mano.
Los alumnos de deGranero tiene la posibilidad de disfrutar las enseñanzas de los profesores de dibujo y pintura sea cual sea el nivel con el que empiezan en la escuela. La personalización de las clases posibilita, además, que cada alumno pueda establecer sus propios ritmos de aprendizaje y sus propios objetivos. Las diversas técnicas artísticas son transmitidas con fluidez y la creatividad de cada alumno se ve estimulada para que expresen su personalidad en las piezas artísticas que elaboren.