En el año 2012 surgió este proyecto artísticos de la mano de dos profesionales. Ellos mismos explican en su Web que “cuando apareció la fotografía, la pintura y los pintores, lejos de desaparecer, se liberaron de ciertas responsabilidades como el tener que representar la realidad. Del mismo modo, en la rotulación y el muralismo, las nuevas tecnologías no nos jubilarán, nos liberan para poder dedicarnos a la parte más divertida de la profesión”.
Diego Apesteguia, un madrileño de 40 años junto con Ira Senatos, nacida en Kiev, Ucrania y de 27 años conforman el negocio Rotulación a Mano, junto con una tercera persona. Ambos estudiaron psicología, marketing, bellas artes, diseño, un poco de publicidad y arte en general, que es lo que compone su profesión. Estos emprendedores comenzaron pintando murales artísticos y publicitarios, y de ahí evolucionaron a la publicidad y rotulación. Tras más de 10 años como autónomos han crecido ya hasta ser una SL con una sede, almacén y las herramientas necesarias para su labor. Su principal cliente final son comercios de calle que buscan distinguirse con un rótulo y una decoración que transmita una imagen cuidada, con un toque de lujo y estética tradicionales, pero a la vez renovadas.
La rotulación. Nuestros trabajos de rotulación (piezas en vidrio, carteles, murales etc.) son personalizados para cada cliente, no hay ningún diseño que se repite. También, nosotros no solo centramos en la parte estética y decorativa, si no contamos con otras necesidades de los clientes – aumento de venta, visibilidad y distinción de la competencia, engagment, contribución con el entorno etc.. Es una mezcla de diseño, producción y consultoría de marketing.
En cristal usamos esmalte sintético más resistente al tiempo y limpieza, prácticamente como un vinilo o mas. Lo que más usamos son los esmaltes 1shot diseñados en EEUU especialmente para la rotulación tradicional. Están hechos a base de aceite lo cual los hace perfectos para trabajar con pincel, cubren con solo una capa, no se ve el brochazo. Tienen gama de colores bastante amplia con unos esmaltes metálicos (dorado, plateado) que funcionan bastante bien. También usamos bastante los esmaltes de Titanlux.
Para rotular vehículos, igual que en otros trabajos, a veces nos pasan el diseño ya hecho, a veces lo desarrollamos nosotros desde cero. Una vez recibimos el briefing del cliente, intentamos guiarle nosotros y enseñar que funciona mejor en el diseño, materiales etc. Buscamos algo que encaje con la línea gráfica que tiene la marca, empezamos a hacer bocetos, los pasamos al cliente para recibir feedback y vamos cerrando el diseño final antes de empezar la rotulación en sí.
Por lo general trabajar para los estudios de tatuajes significa tener más libertad creativa. El trabajo del tatuador es bastante parecido al nuestro, empieza por el desarrollo de la parte creativa y los bocetos y acaba siendo una pieza real. Creo que nos entendemos bien, por eso suele fluir bastante. El resto del proceso es el mismo que con otros clientes – briefing fundamental, bocetos, diseño cerrado y la rotulación.
Siendo la fotografía la que muestra lo que hay, la pintura pudo dedicarse a dar rienda suelta al arte y la imaginación. Estos artistas dicen buscar recuperar los rótulos antiguos y las fachadas comerciales clásicas, por el valor histórico, urbanístico y visual que aportan a nuestras ciudades y pueblos, recordando épocas en las que se cuidaban mucho las fachadas, que duraría generaciones.