Carmen Torrado, psicóloga en Barcelona, está colegiada y tiene una experiencia profesional de 12 años. Además de la licenciatura en esta profesión, es periodista, licenciada en Ciencias de la Información. Realizó sus prácticas en un CASD, Centro de Atención y Seguimiento de Adicciones. Posteriormente, formó parte de la plantilla de este centro.
Esta fue una gran escuela para Carmen, enseñando y ayudando a las personas que necesitaban de sus servicios a la vez que ella aprendía de ellos. El tratar a los individuos con adicciones y a sus familias le hizo conocer multitud de problemáticas que afectan a las personas y que le han ayudado a estar más preparada y a tener más herramientas a la hora de transmitir aquellos mensajes que ayudan a salir de situaciones complicadas que se presentan en la vida.
Trabaja en solitario, ofrece un servicio personalizado, siempre en contacto con otros compañeros de profesión con los que intercambia conocimientos y experiencias. La experiencia de trabajar en el CASD le motivó a crear sus consultas privadas de Barcelona y Vilanova i la Geltrú, cuyos servicios se pueden consultar en su página web www.ctc-psicologa.com.
Estos últimos meses, como consecuencia de la crisis del COVID 19, ha potenciado la terapia online, que ha tenido muy buena acogida entre sus pacientes, antiguos y nuevos, y que a partir de ahora compatibilizará con las visitas presenciales. Esta crisis le ha permitido empezar a potenciar su canal de YouTube, ofreciendo consejos e indicaciones a través de vídeos en los que plasma su experiencia profesional de estos años y contesta a las preguntas que le hacen las personas sobre temas que les preocupan.
A lo largo de sus años de profesión, Carmen se ha percatado de que la mayoría de cuestiones emocionales que preocupan a las personas tienen su origen en la inseguridad, en la falta de autoestima, en el poco valor que nos damos a nosotros mismos. Por este motivo se ha especializado en ayudar a las personas a sentirse bien consigo mismas, a valorarse, a tener una percepción positiva de sí mismas.
Si uno se quiere, todo lo demás va mucho mejor: la relación con la pareja (para evitar la dependencia emocional), con la familia, con los amigos, el trabajo… por eso es fundamental trabajar con el paciente el autoconcepto que tiene de sí mismo para que todo funcione mejor en su vida.
Trabajé durante muchos años como periodista, pero noté que me faltaba esa parte de ayudar a los demás. Mis amigos y familia siempre me comentaban que tenía un don para asesorar, que les gustaba la manera que tenía de decirles las cosas. Y la mayoría me hacían caso y les iba bien. Hubo quien me dijo que era una “locura” cambiar mi ámbito profesional; otras personas me apoyaron y me decidí a estudiar.
Fueron años bonitos, aunque difíciles y duros, pero la ilusión por conseguir mi sueño de ser psicóloga me animaba a continuar. Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Además, puedo, dada mi experiencia, y lo hago en muchas ocasiones, aconsejar a mis pacientes que si tienen un sueño, lo hagan realidad, que cambien el rumbo de su vida, que estudien y cambien de profesión si ese es su deseo.
La empatía es un elemento fundamental en este trabajo. Cada persona que pasa por mi consulta es única, pretendo que se sienta bien atendida, comprendida, escuchada y que obtenga de mí la respuesta que espera, aunque a veces no sea la que más le guste, pero que le haga avanzar en su proceso personal.
En esta evolución se ha de dar un autoconocimiento. Muchas de las personas que me visitan no se conocen bien, no saben cómo son ni hacia dónde se dirigen. Eso es fundamental para después ir tratando todas aquellas cosas que les preocupan.
Una persona primero se ha de dar cuenta de que tiene un problema, de que no está haciendo las cosas adecuadamente a la hora de lidiar con sus dificultades emocionales. Después ha de sentir que es el momento de buscar ayuda. Si la persona considera que ella no tiene ninguna responsabilidad sobre lo que acontece en su vida y sólo culpa a los demás o a las circunstancias, si no se da cuenta de que la asistencia de un profesional es fundamental para seguir adelante con más recursos, el apoyo psicológico no tendría sentido.
Cuando el individuo se siente preparado es cuando busca ayuda. Muchas personas me comentan que lo han pensado mucho antes de venir, que incluso nunca pensaron que necesitarían el consejo de un psicólogo, pero que ha llegado un momento en el que lo han visto necesario para poder avanzar. Si una persona viene a verme sólo porque se lo ha dicho su familia o su pareja, casi seguro que el resultado no será el esperado.
Como he dicho antes, tienen que venir convencidos a la consulta, no para complacer a otras personas o cumplir con ellas. Deben confiar en el psicólogo y expresar todo lo que sienten.
Es conveniente seguir las indicaciones del profesional y si no se hace, analizar por qué no ha sido así. Aconsejo anotar en una libreta aquellas situaciones que se vivan a lo largo de la terapia para comentar con la psicóloga, así como los ejercicios que proponga el profesional.
Se ha de tener paciencia, no es fácil corregir actitudes que nos acompañan durante años en tan solo unas semanas. Los profesionales (que por desgracia no tenemos una varita mágica) vamos dando bases, pero sobre ellas han de trabajar las personas que depositan la confianza en nosotros. Ese trabajo será constante y para toda la vida, aunque lo adquirido con el psicólogo se limite a unas sesiones de terapia.
La persona, poco a poco irá adquiriendo una seguridad que, bien trabajada por su parte, le hará conseguir sus propósitos y avanzar por el camino que elija con confianza en sí misma.
Carmen Torrado. Psicóloga colegiada 17252
Pag. web: http://www.ctc-psicologa.com
Tel. 619 304 645
Consulta Barcelona: C/ Pau Claris 97, 4º 1ª
Tel. 933 043 879
Consulta Vilanova i la Geltrú: Frente a Josep Llanza, 19. (Lab. Gelabert-Asensio).
Tel 938 157 203
La psicóloga Carmen Torrado ha ido acumulando experiencia profesional en diversos entornos y atendiendo a pacientes con un amplio espectro de patologías, incluidas las adicciones. Su labor le ha llevado a centrar gran parte de sus terapias en un trabajo íntimo del paciente para relacionarse mejor consigo mismo. Mediante el fortalecimiento de su autopercepción, el paciente desarrolla la capacidad de afrontar sus problemas, emprender el camino para superar sus desafíos y mejorar las relaciones con las personas de su entorno, logrando que su calidad de vida se incremente.