Antonio Moya Moya, especialista relojero en Madrid, ciudad en la que nació hace 64 años, lleva ejerciendo su profesión con auténtica pasión desde 1973. Todo comenzó a los 17 años cuando, por casualidad, entró de aprendiz a trabajar en un taller de relojería. Allí le enseñaron no sólo el amor y la pasión por el oficio, sino también sus técnicas y secretos.
Después de recorrer diferentes talleres de distintas marcas, decidió montar su propia empresa, en la cual lleva trabajando 30 años, de los cuales algunos han sido en solitario y otros en compañía. Le gustaría destacar el tiempo que ha trabajado con su hijo Víctor, al cual le ha enseñado todo lo que él sabe del oficio, esperando que este siga dedicándose a este empleo.
La Casa del Reloj es un taller de relojería como los de antes, los de toda la vida. Por supuesto que cambian pilas, correas y cristales, pero también realizan otra clase de trabajos (pivotes al torno, ejes de volante, dientes…) que, aunque no tienen una gran demanda, hay muy pocos talleres que los realicen en Madrid. En otras provincias más pequeñas, este tipo de talleres directamente y labores han desaparecido.
Desde siempre a Antonio le ha interesado saber cómo y por qué funcionan los mecanismos. La primera vez que vio la máquina de un reloj quedó fascinado y enseguida quiso saber el funcionamiento de ese mecanismo que latía como un corazón. Antonio es especialista en reparación de relojes antiguos.
Donde verdaderamente está el reto de esta profesión es en los relojes antiguos, ya que están totalmente descatalogados y las piezas se encuentran perdidas o deterioradas, por lo que tenemos que hacerlas manualmente al torno.
Los relojes modernos y actuales (pila) no suelen dar problemas, son fáciles de reparar y disponemos de todo tipo de repuestos.
Son muchas las herramientas que necesitamos y que existen en el mercado. Algunas de ellas, sobre todo para trabajos muy específicos, nos las tenemos que fabricar nosotros mismos.
Sin embargo, hay una herramienta imprescindible: “el torno”. Con él podemos realizar cualquier pieza, por compleja que sea, artesanalmente.
Nuestro campo es la relojería en general, reparamos todo tipo de relojes, aunque estamos especializados en relojería antigua.
Muchos de nuestros clientes son coleccionistas, personas que valoran los relojes antiguos y de gran calidad. También tenemos clientes que acuden a nosotros por la dificultad de encontrar un taller de relojería donde puedan solucionar la reparación de sus relojes más especiales por su valor económico y sentimental.
Nuestras reparaciones están garantizadas durante un año. Para ello nos aseguramos de que todo el proceso de reparación, restauración y observación se haya realizado escrupulosamente.
La Casa del Reloj es un taller de relojería como los de antes, los de toda la vida. Por supuesto que cambian pilas, correas y cristales, pero también realizan otra clase de trabajos (pivotes al torno, ejes de volante, dientes…) que, aunque no tienen una gran demanda, hay muy pocos talleres que los realicen en Madrid. En otras provincias más pequeñas, este tipo de talleres directamente y labores han desaparecido.