Francisco José Martín Alba, nacido en Loja (Granada) hace 53 años, ejerce como terapeuta acupuntor desde el año 2006. Francisco José halla la motivación para esta labor profesional en el hecho de que gracias a la aplicación de la acupuntura ha logrado ayudar a muchas personas a que mejoren su calidad de vida. La efectividad de esta terapia le empuja a seguir utilizándola para ayudar a más personas a que superen su adicción al tabaco.
Su empresa nació fruto de la casualidad en el año 2006, año en el que Francisco José empezó a realizar terapia láser para dejar de fumar, pudiendo comprobar lo efectiva que era esta en los pacientes. Estos se quedaban relajados, sin irritabilidad, sin ansiedad, dormían mejor y sus ganas de fumar disminuían. En aquel momento, Francisco José no era acupuntor, solo había aprendido algunos puntos y, tras realizar algún tratamiento en familiares, pudo comprobar que los efectos en alergias y dermatitis eran muy buenos, llegando en el caso de esta última a desaparecer.
A la vista de estos resultados, decidió ampliar sus conocimientos en acupuntura y trabajar en el amplio un campo de tratamientos que esta técnica ofrece. Además de la terapia para dejar de fumar, Franciso José lleva a cabo, con muy buenos resultados, terapia para la eliminación de dolores de espalda y cuello, ciática, dermatitis, cefaleas, epicondilitis, Parkinson, endometriosis, ansiedad, alergias y otras patologías diversas.
El motivo principal para abrir un centro de terapia para dejar de fumar con lasér/acupuntura fue poder ayudar a dejar el hábito del tabaco de una manera más fácil y sin los efectos que conlleva el uso de fármacos.
Lo que más me apasiona y motiva es ver a las personas felices sin fumar; es enorme la satisfacción de ver su sonrisa, que te cuenten que perciben olores, sabores, que ya huelen mucho mejor que antes, etc.
Todo es esencial, pero si algo no debe faltar jamás es la predisposición del paciente y la sinceridad del profesional. Si un paciente no es candidato aún a dejar el tabaco hay que hacérselo saber para que no dañe su autoestima ni tire el dinero tontamente. Se le emplaza a que vuelva cuando tenga claro que quiere dejar el tabaco. No hay que olvidar que esto es una ayuda, no una varita mágica. Hay que querer para lograr resultados.
Yo la recomiendo siempre, porque, aunque hay personas que dejan de fumar sin ayuda, con este método, no van a sufrir los efectos del síndrome de abstinencia. Además, a diferencia de otros métodos, este no tiene efectos secundarios.
El proceso es muy simple: se le emplaza a la cita el día que convengamos, siempre adaptándonos a la fecha que haya elegido para dejar de fumar. A partir de ese momento, ya no fumará más. Debe mentalizarse de esto desde el principio.
Una vez en la consulta, le haremos una entrevista para evaluar su predisposición a dejar de fumar, así como en sucesivas citas comprobaremos mediante la comparación de las respuestas que el tratamiento está haciendo el efecto deseado. Se le aplica el láser o las agujas y en cuestión de una hora hemos terminado emplazándolo a una nueva cita pasados unos días. Tengo que decir que los ya ex-fumadores se sorprenden de los efectos que sienten por la aplicación de la terapia: relajación, nada de irritabilidad, ausencia de ganas de fumar e incluso duermen mejor.
A día de hoy no hay dudas respecto a cuán nocivo es el hábito del consumo de tabaco para nuestro cuerpo e incluso para nuestra personalidad, pues toda adicción nos vuelve más ansiosos, dependientes e irritables. Sin embargo, quienes quieren dejar el tabaco y fracasan sufren, además, un golpe a su autoestima. Para evitar estas situaciones, así como los efectos secundarios de algunos fármacos indicados para terapias anti-tabaco, la acupuntura por agujas o mediante láser proporciona un sólido apoyo al paciente. Sus efectos positivos refuerzan la autoestima del ya ex-fumador y no presentan riesgos ni efectos secundarios, siendo, por tanto, una terapia de gran utilidad para romper con una adicción tan perjudicial como es el tabaquismo.