Miguel Sotomayor, profesor de TaijiQuan y Qi Gong y fotógrafo en Murcia, donde nació en 1969, estima que la meta es menos importante que el camino. Por eso explica que su afición a la pintura, la fotografía, la música y las artes en general, junto con su experiencia profesional como delineante, grafista y publicista, han marcado todo el bagaje de inquietudes que le acercaron, hace ya 17 años, al Reiki, el masaje energético, las terapias naturales y, a partir del 2002, al Qi Gong, al Taiji Quan y al Kung Fu.
Miguel empezó a practicar Taiji como experiencia personal, y para desarrollar diariamente hábitos saludables. Pero muy pronto se dio cuenta de la profundidad y potencia que estas disciplinas tienen a nivel, sobre todo, emocional y personal. Alentado por su profesor de entonces, se animó a hacer una formación más profesional en Valencia donde empezó a profundizar en los Fundamentos del Taiji, que no son otros que los propios de la Medicina Tradicional China y la filosofía oriental.
Obtuvo una amplia formación que incluía TaijiQuan, QiGong, Kung Fu, Medicina Tradicional China y Psicología. Unas bases que, a día de hoy, todavía sigue descubriendo y aplicando a la práctica: Yin y Yang, 5 Elementos, Meridianos, Zang Fu (Funciones de los órganos y entrañas según la MTC), aplicaciones marciales, etc. En su escuela hay varios profesionales que colaboran en otras de las terapias que se ofrecen, pero las clases siempre las imparte Miguel en persona.
Hay un vínculo personal muy importante en el desarrollo de estas prácticas. Observando a los alumnos desde la perspectiva de la MTC (sobre todo Yin y Yang y 5 Elementos), Miguel explica que es increíble la cantidad de cosas que los alumnos le cuentan solo con el cuerpo, cómo se mueven, cómo es su energía en cada momento y por qué. Para poder avanzar, es importante que exista una confianza y una conexión alumno-profesor, uno a uno.
Quien sintoniza con tu forma de trabajar, practicará a gusto contigo y aprenderá, no solo las técnicas, sino mucho más sobre sí mismos (nosce te ipsum.- conócete a ti mismo. Es parte importante de la práctica). Por eso, siempre es Miguel también quien atiende a las personas que se interesan por el Taiji. Cada persona termina practicando con el profesor con quien mejor se siente, con quien conecta, y que sintoniza con su forma de entender y trabajar en este camino que pretende ser para toda la vida.
Varios giros en mi vida profesional, me animaron a comenzar a dar clases con mis primeros grupos, supervisado por mi profesor de aquel tiempo. Resultaba una experiencia muy enriquecedora pasar de ganarte la vida en el mundo comercial -aunque el ramo creativo es bastante satisfactorio-, a hacerlo mientras que ayudas a otras personas a encontrarse mejor y aportarles herramientas que, para mí, son básicas, y que pocos conocemos para la gestión, sobre todo, de nuestras emociones.
La parte más desconocida del Taiji es que se trata de un Arte Marcial y, como tal, te provee de herramientas para defenderte de las cosas o situaciones que te agreden. Y cuando esas cosas están sucediendo en tu interior, pocas técnicas hay tan amplias y potentes como el TaijiQuan. Cuando mi profesor se fue de Murcia, yo cogí el testigo de seguir practicando con los que, hasta entonces, eran mis compañeros, y con todos los alumnos que han ido descubriendo y confiando en nuestra forma de trabajar desde 2007.
Mira, la vida hay que tomarla siempre como viene, porque hay muy pocas cosas que podamos controlar y estén en nuestra mano, pero siempre nos queda la capacidad de decidir cómo nos lo tomamos nosotros. Por eso, necesitamos mucha aceptación de las limitaciones, capacidad de esfuerzo y superación, a partes iguales y… mucho, mucho sentido del humor.
Otro ingrediente primordial para practicar y obtener los innumerables beneficios de esta disciplina -están muy manidos, aparecen en todas partes…-, es la capacidad de usar y entender la poesía, la belleza de lo metafórico de todo lo que se hace: La Grulla Despliega sus Grandes Alas… Acariciar la crin del Caballo Salvaje…El Tigre empuja la Montaña… Las técnicas están impregnadas de un lenguaje metafórico y poético que, -como dice Jaime Buhigas-, nunca debemos dar por conocido definitivamente. Esta visión te ayuda, no solo a crear y potenciar los efectos terapéuticos, sino que, además, te hace disfrutar muchísimo de los matices de la práctica.
Bueno… Si me preguntas en lo personal, te diré que sí. Por supuesto. La clave de una buena transmisión en estos ámbitos, es que no enseñas lo que te cuentan o lo que has aprendido. Enseñas lo que has vivido. Y ni siquiera lo enseñas. Simplemente te muestras como eres, y los demás aprenden. Por no entrar en detalles íntimos, te diré que de los numerosos varapalos que la vida te da, yo experimenté una sustancial diferencia desde el momento que comencé a practicar. Los golpes duelen igual…, pero no te tumban. Hay algo sólido, construido en tu interior que te mantiene firme y dulcemente flexible.
Sí, hay un mínimo de edad. Esa en la que, de forma totalmente personal, algo te llama y te invita a comenzar un camino interior. Y atreverse a ello sin saber muy bien ni por qué, ni a dónde te va a llevar. Pero que sabes que tienes que hacerlo. Aquí, lógicamente, la condición física es totalmente superflua. Se puede practicar incluso en una silla si fuera necesario, pero sin actitud de búsqueda y de caminante… no.
Un saludo,
Miguel Sotomayor
Telf.: 608 941 333
Club Deportivo Zhào Lù
C/Virgen de la Soledad, 7 bajo – 30007 MURCIA
Tel. 868 054 445 – http://www.zhaolu.es
Miguel Sotomayor conoció el Taiji y disciplinas orientales anexas en un momento de cambio vital y obtuvo vivencias y herramientas que le permitieron desarrollarse como persona y como profesional. Esas vivencias forman parte de su conocimiento, el cual transmite a sus alumnos en sus clases en su escuela, estableciendo nexos que contribuyen a que cada alumno pueda encontrar su propio camino y transitarlo con seguridad de un modo saludable y positivo, construyendo en su interior una base a partir de la cual crecer como persona.