Marcos Kenneth, nació hace 48 años en Las Palmas de Gran Canaria, se licenció en Química y en Psicología y, tras obtener esta última licenciatura, complementó su formación estudiando terapia estratégica breve y PNL. Además, pudo cursar con una referencia a nivel internacional como Carmen Luciano Terapia de Aceptación y Compromiso. Empezó trabajando como psicólogo en la ONG Teléfono de la Esperanza, donde los psicólogos reciben a pacientes sin recursos.
Tras varios años en esta organización, estuvo en diversos centros y clínicas hasta que decidió emprender el proyecto de fundar su propia consulta. En la actualidad, colabora con un centro de psicología de otra localidad (Centro Equilibrio) y dirige su consulta en solitario, configurando su agenda por sí mismo para tratar a sus pacientes.
Además de su carrera profesional en el campo de la psicología, Marcos Kenneth ha trabajado y a día de hoy sigue trabajando por las mañanas en Prevención de Riesgos Laborales, donde una de las especialidades del sector es la psicosociología, que se aplica al ámbito de las condiciones laborales.
Siempre me ha interesado la psicología. Desde muy joven leía libros de diferentes enfoques (psicodinámica, hipnosis, etc.).
Hoy en día me gusta ayudar a los demás en lo que pueda y creo que la mejor forma en que puedo hacerlo es mediante la psicología; personalmente, creo que a todos nos vendría bien acudir de vez en cuando a un psicólogo y, en mi caso, además, he aplicado mis conocimientos a mi vida personal para tratar de hacerla más satisfactoria.
La comunicación es obviamente esencial y, mientras mayor conexión haya entre terapeuta y paciente, mucho mejor. Para mí, estar presente con el/la paciente es una parte importante de la terapia.
Sé que el futuro es la «teleterapia» o terapia on-line, pero, al igual que muchos preferimos comer en un restaurante en lugar de pedir la comida por teléfono desde casa, ya que mejora ostensiblemente la experiencia, algo similar ocurre con la consulta de psicología (no es imprescindible pero sí recomendable estar “de verdad” con los pacientes).
Practicar, practicar y practicar. Permanecer consciente y experimentar y practicar los ejercicios y pautas que vemos en consulta.
Cuando él o ella crea que su vida no es lo suficientemente satisfactoria y no pueda mejorar la situación por sí misma.
Quizás, la voz de alarma sea el notar que las limitaciones en su vida no disminuye, sino que, por el contrario, van en aumento.
Por resumir mucho la Terapia de Aceptación y Compromiso, es un enfoque que promueve que la persona tome las riendas de su vida, de modo que cambie aquello que no va conforme a sus valores (lo que verdaderamente quiere para su vida) y acepte aquello que no puede o no quiere cambiar por el momento.
Frecuentemente, el primer paso para un cambio es la aceptación de la situación actual yl mindfulness se utiliza como herramienta para aprender a aceptar, en general, pensamientos, emociones y sensaciones que están limitando al paciente. Esta aceptación facilita la acción hacia el cambio cuando es necesario.
Cuando tratamos de poner en orden nuestras vidas, muchas veces no sentimos agobiados por las expectativas del futuro al mismo tiempo que padecemos el peso de nuestro pasado. Para procesar esta presencia que nuestro pasado y nuestro futuro ejercen sobre el presente, el Mindfulness es una gran herramienta. Sin embargo, siempre es más efectiva cuando viene dada de la mano de Psicoterapeutas profesionales experimentados que conoce cómo exprimir esta terapia para proporcionarnos todos sus beneficios.