Carol Marín, casada, de 46 años, madre de dos hijos y residente en Sevilla, es licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla. Asimismo, se formó como psicoterapeuta realizando un Máster en Psicología Relacional en la misma Universidad. Se formó y preparó para ayudar a las personas que necesitan comprender qué les pasa y ayudarles en su vida de la mejor forma posible. También ha cursado un máster como Mediadora Familiar por IPROMAF para entender las artes de la negociación y, cómo no, el mundo legal. Ha trabajado en el área de la publicidad y el marketing en Barcelona, donde estuvo cinco años trabajando en dos agencias para marcas como Fontaneda, Seat, Oreo (en DRAFTFCB), Pinturas Sikkens, Argal, cafés Quality Espresso, Junta de Castilla y León (en ABM).
Posteriormente, realizó un Executive en Dirección de Marketing y Ventas, en la Universidad Europea de Madrid. Actualmente es Psicoterapeuta de pareja y familia, Directora Ejecutiva en Marín & Asociados (agencia de publicidad), Profesora en Eusa en cuarto de grado de publicidad, Profesora en el Máster de Planificación Estratégica de la Universidad de Sevilla, profesora en ISA de marketing (UIMP) y conferenciante. Ha compaginado su vocación por la comunicación con su pasión por la psicología. La publicidad le ha posibilitado conocer cómo se comunican las marcas y cómo funciona la actitud de compra en un mundo en el que conocer al consumidor es la base de una buena estrategia y del éxito.
Tiene su propia consulta desde hace más de 20 años, actualmente ubicada en un centro donde trabajan cuatro psicólogas y un psiquiatra: la clínica Loreto 19. Aunque suele trabajar sola, es supervisada constantemente y acude a diferentes congresos y cursos para seguir actualizada. Explica que, en los últimos años, la psicología, así como la psicoterapia, han avanzado y pierden estigmatización social, aunque aún queda mucho por trabajar en ese aspecto. Las parejas, cada vez más, se animan a acudir a terapia y resolver los numerosos conflictos que se presentan en la vida diaria. Carol se ha centrado en el mundo de las parejas y de las familias.
En homosexualidad, le llamó la atención el sufrimiento que tienen que pasar las personas para revelar un secreto que pesa demasiado. La mediación le ha dado esa capacidad de intervenir en los conflictos para poder solucionarlos y llegar a un punto en común. Su principal razón para elegir este trabajo es que le apasiona ayudar a las personas que lo necesitan. La empatía y la comprensión son emblemas en su vida, y aprender a utilizarlos y sacarles partido ha sido lo más gratificante para Carol. Su motivo principal para seguir mejorando en su profesión es el último día que ve a sus pacientes, sentir cómo le agradecen el haber trabajado para tender puentes que unen.
Es esencial, creo que debería ser asignatura obligatoria. No nos enseñan a convivir, a aceptar, a comunicarnos y mucho menos a comprender, a dar amor y a recibirlo. Es esencial aprender a ver a nuestra pareja, a aceptarla y construir juntos un camino que sume y no que reste.
Cualquier momento es el adecuado, ya que no hay que esperar a estar mal en absoluto. De hecho, esperar demasiado puede comprometer seriamente el éxito de la terapia. Cuanto antes se acuda a terapia de pareja para encauzar de manera correcta la relación, mejor para los dos miembros de la pareja y su relación.
Me formé en psicoanálisis y también en terapia sistémica. Aunque no soy una psicóloga ni terapeuta muy ortodoxa, motivo por el que considero que todas las técnicas y orientaciones son positivas si están bien empleadas, ya que de lo que se trata es de que nos aporten herramientas eficaces para ayudar a los pacientes.
Por lo general, a partir de la tercera sesión se da una mejoría muy notable en la relación de pareja y en cómo los miembros de la misma se comportan. No obstante, desde la primera sesión ya se ven cambios relevantes. Eso sí, cada pareja es un mundo y cada una va a tener su propia velocidad en el proceso.