Sálsalon es el proyecto empresarial dirigido por Silvia Sánchez y Yoel Palacios. Ella viene de Málaga mientras que él llega desde La Habana. Silvia estudió clásico español en Rafael de Córdoba y coqueteó con la pintura. Por su parte, Yoel estudió literatura y lenguas (ruso, francés e inglés) y diseño de moda. Un motivo intangible de ambos socios para fundar su escuela de baile ha sido el hecho de tener un enfoque común de la danza en parejas y una pasión compartida por la enseñanza y el contacto con la gente.
En una ocasión, en un verano, convocaron a un curso intensivo de baile y se formó cola en el local para asistir, lo que les llevó a crear grupos para que todos pudieran participar. Esto les llevó a este proyecto, que fue creado como una escuela casi “familiar”, con profesores que los fundadores ya conocían debido a que habían trabajado con ellos. Desde el inicio, Yoel y Silvia tuvieron claro que necesitaban un encuadre armónico para poder crear. Por eso el equipo es esencial. Creen en la frase de “solo se puede llegar más lejos, pero acompañado se llega mejor”.
Están especializados en ritmos latinos: salsa, bachata, kizomba, son cubano, cha-cha-chá… Pero también se imparten en la escuela otras disciplinas como el tango, los bailes de salón, el teatro musical… y otras disciplinas complementarias como yoga, pilates, canto y hasta ajedrez.
El arte trasciende lo fisiológico. El arte sublima, porque exige el refinamiento, el esfuerzo, la nobleza, la empatía… en fin, todo aquello que permite no habitar exclusivamente en lo primario.
Intentamos siempre que sea ese nuestro patrón en las clases, en las propuestas que les hacemos a los alumnos, las fiestas, los viajes, la elección de la música e incluso de nuestra indumentaria que es, por supuesto, todo un lenguaje.
Como en un cuerpo, la estructura ósea (Silvia y Yoel en este caso) no es suficiente para que funcione, se necesitan músculos, órganos, tendones, etc. Y ese es el equipo. El elemento que no debe faltar es nuestro secretario, Vladimir, que es la primera impresión, el rostro que acoge, el preámbulo de todo. Para seguir con el símil: el corazón.
Definitivamente, es un mito. Además infundado. En ocasiones confundimos disposición, interés, costumbres o convencionalismos con capacidad. El aprendizaje no responde a géneros. No hay ningún proceso de aprendizaje que coloque a un hombre o a una mujer en desventaja sólo por su condición sexual.
Habla, exprésalo, todo el mundo “parece saber”. Te asombraría comprobar que los demás piensan lo mismo. Vienes a clases para encontrar respuestas, para que te enseñen. El grupo te lo agradecerá.
En la academia de baile Sálsalon, fundada por Silvia Sánchez y Yoel Palacios, se fomenta la participación de los alumnos para que todos ellos se sientan implicados en su aprendizaje. Pese a que están especializados en los muy demandados ritmos latinos, en Sálsalon cuentan con clases de una amplia oferta de otros tipos de bailes y actividades complementarias como el yoga y el pilates. Todo ello para ofrecer a clientes y alumnos un espacio de aprendizaje combinado con la diversión y la alegría inherente al baile.