Tu apoyo extra en la lucha contra el cáncer

Tu apoyo extra en la lucha contra el cáncer

María Fernández Abad, especialista en atención a pacientes oncológicos en Madrid, nació en Palencia y su infancia la pasó en Aguilar de Campoo. Estudió medicina en la Universidad de Cantabria en Santander y desde allí se mudó a Madrid para realizar la especialización en Oncología Médica. Es en la capital de España donde actualmente vive y trabaja.

María Fernández desempeña su labor profesional en el Hospital Ramón y Cajal en Madrid y está especializada en el tratamiento del cáncer de mama. Atiende a sus pacientes tanto en la consulta como en la hospitalización y desarrollando múltiples trabajos de investigación, en colaboración con el resto de especialistas del centro y forma parte de sociedades científicas como SEOM, GEICAM y SOLTI.

Pero el proyecto en el que más ilusión ha depositado últimamente se llama Oncare. Es una empresa que surgió hace más de dos años en colaboración con otros dos socios, también oncólogos médicos, Alfonso Cortés y Alejandro Riquelme, y que finalmente se hizo realidad con la apertura en noviembre de 2019 de su centro en Madrid.

Lo que ofrecen en Oncare es un soporte integral para el paciente oncológico, complementario a lo que se ofrece en los sistemas sanitarios públicos y privados. El proyecto está centrado en dar respuesta a la pregunta que tantas veces les plantean en la consulta, sobre “¿qué puedo hacer yo para intentar disminuir la toxicidad de los tratamientos y para poder curarme?”. Cada vez existe más evidencia de la importancia del ejercicio físico y de una nutrición adecuada en la supervivencia de los pacientes oncológicos.

El problema a esta cuestión es que los pacientes con cáncer, por lo general, presentan otros problemas asociados y no existen centros ni personal especializado en esta patología. Oncare está dirigido por los tres oncólogos fundadores y su equipo multidisciplinar cuenta con:

  • Enfermera: Gemma Ferrero García.

  • Entrenadores personales: Manuel Garví Gómez y Lisandro Lamas Gómez, ambos graduados en Ciencias de la Actividad física y con especialización en ejercicio en el paciente oncológico.

  • Nutricionista oncológica: Ángela Morales Cerchiaro.

  • Fisioterapeuta oncológica: Alicia Martín Izquierdo.

  • Psicooncóloga: Almudena Narváez Arróspide.

  • Podóloga oncológica: Fátima Galán Arévalo.

Oncare está dirigido a pacientes que han sido diagnosticados de cualquier tipo de cáncer. 

Las necesidades de cada paciente varían a lo largo de la enfermedad. Ahí surge la grandeza de esta empresa, ya que proponen un trabajo personalizado, adaptado a la situación de cada uno en base a las últimas evidencias científicas publicadas.

María, ¿qué te motivó a realizar este trabajo? ¿Qué es lo que más os apasiona en Oncare a la hora de ofrecer un espacio donde se puede entrenar personas que han sobrevivido o que viven con cáncer?

Lo que nos motivó a emprender este trabajo fue crear este programa único en España, que pueda ofrecer una atención integral del paciente oncológico en las diferentes esferas no cubiertas por la consulta de oncología hospitalaria con personal especializado y motivado para ello.

No todo el mundo puede o debe hacer los mismos ejercicios, ni tiene los mismos objetivos cuando empieza un entrenamiento.

Por ejemplo: para un paciente que inicia un tratamiento de quimioterapia es fundamental mantener no solo una actividad física adecuada, sino potenciar y mantener la masa muscular, ya que la pérdida de fuerza se ha relacionado con peores supervivencias y, desde luego, con un recuperación más lenta y costosa tras completar el tratamiento. 

En una paciente operada de cáncer de mama con biopsia selectiva de ganglio centinela y más aún con linfadenectomía, es fundamental la recuperación de la movilidad del brazo, así como la prevención del linfedema y ayudar a perder el miedo a la movilización del brazo de forma adecuada.

Como digo, en cada paciente hay que plantear unos objetivos y con ellos desarrollar el método más adecuado para llevarlo adelante.

Lo más apasionante es ver cómo nuestros clientes sienten cómo mejora su  forma física, su calidad de vida y su estado de ánimo según van progresando en los entrenamientos.

Por otro lado, en Oncare hemos creado un espacio abierto que llamamos Aula formativa. Tiene una periodicidad mensual y a ella puede acudir cualquier paciente o familiar interesado con la temática de forma gratuita, independientemente de que tenga algún programa contratado en nuestro centro.

En ese espacio se presenta un tema publicado en nuestra página web con anterioridad, el cual se elige entre los propuestos por nuestros clientes y que suelen ser de interés general.  Para ello buscamos personas especializadas en la materia y organizamos la reunión en nuestras instalaciones en un ambiente distendido y cercano.

¿Qué parte de vuestro equipo de trabajo es esencial para garantizar la efectividad de los entrenamientos físicos que ofrecéis? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?

La parte fundamental de nuestro trabajo es la calidad y motivación de los especialistas que trabajan en nuestro centro.

Nuestro método parte de una valoración inicial por una enfermera especializada que recoge todo el historial del paciente, para poder diseñar el programa de la forma más adecuada y realiza controles cada 2-3 semanas para ver la evolución de diferentes parámetros.

Según vuestra experiencia profesional, ¿cuáles son las recomendaciones que daríais a vuestros pacientes para garantizar la efectividad de los entrenamientos que ofrecéis?

La primera recomendación es, sin duda, que todo el mundo debe de animarse a realizar un plan de ejercicio y nutrición, ya que está demostrado que esto redunda en beneficios reales.

Cómo debe de ser este programa, depende de múltiples factores: la forma física previa al diagnóstico del cáncer, el tipo de tratamiento que se está recibiendo en ese momento, los efectos secundarios al mismo, otras patologías subyacentes.

En caso de tener metástasis, es importante conocer los lugares afectados, ya que hay ciertos ejercicios que pueden estar contraindicados, de ahí la importancia de que sean lo más personalizados posibles y supervisados por especialistas en ejercicio oncológico.

¿Qué tipos de ejercicios puede realizar una persona que ha sobrevivido a un cáncer o que viven con uno? ¿De qué manera esos ejercicios benefician la calidad de vida?

Es fundamental la alternancia de ejercicios aeróbicos, como caminar, correr, montar en bicicleta y otros con ejercicios de fuerza para mejorar la masa muscular, 

Hay numerosos estudios que avalan que el ejercicio físico mejora la supervivencia en diferentes tumores y también ayuda a mitigar ciertos efectos secundarios de los tratamientos. 

La actividad física con una nutrición adecuada, evitando la obesidad, reduce el riesgo de segundos tumores y la aparición de complicaciones cardiovasculares más frecuentes en pacientes que han recibido tratamientos contra el cáncer.

Nutrición y ejercicio adaptados para ayudar en la batalla contra el cáncer

María Fernández Abad, oncóloga especializada en el tratamiento del cáncer de mama, ha logrado lanzar el proyecto Oncare junto a otros oncólogos de prestigio y diversos profesionales de la medicina especializados en el tratamiento a pacientes con cáncer. La razón de ser de este centro es proporcionar tratamiento y apoyo absolutamente personalizado a aquellos pacientes oncológicos que pueden beneficiarse de una combinación adecuada de las pautas de actividad física y parámetros nutricionales que refuercen su organismo, facilitando que este sobrelleve mejor la dureza del tratamiento contra el cáncer y mejorando asimismo la determinación y el ánimo del paciente a lo largo de todo el proceso de curación.

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