Requina Jaber Martínez, Minchy para los amigos, Santiago de Compostela, monitora de equitación. Comenzó a montar a caballo en su niñez y decidió hacer de su afición su profesión. El resultado de esto fue la creación de «Hípica la Lagunita» situada en pleno camino francés del camino de Santiago, a 6km del centro de la ciudad.
La empresa nace nace 2004 como centro de equitación para impartir clases a niños y niñas bajo el lema: «solo niños, solo sonrisas». Están especializados en clases de iniciación y salto de obstáculos. También ofrecen alojamiento a los caballos de peregrinos en su última etapa antes de su entrada en la catedral.
Orientan su trabajo hacia el vínculo que se crea con el caballo y los beneficios que estos conlleva: la confianza, la constancia y la perseverancia. Otro de sus pilares en la enseñanza es el que soporta el mantenimiento de un caballo. De hecho, sus alumnos no solo aprenden a montar, sino que aprenden los cuidados que se requieren: limpieza, alimentación y utilización de todo el material. Se consideran una piña e intentan convivir en un espacio de cooperación y respeto entre todas las personas y animales.
Se enfocan en 3 áreas de trabajo: clases de iniciación, clases de salto de obstáculos y monta asistida con caballos. En las clases de iniciación se aprenden los conocimientos básicos de la equitación: acercamiento, colocación de material, soltura, fuerza, destreza y seguridad en los tres aires del caballos (paso, trote y galope).
Les mueve la adrenalina de esta disciplina. En las clases de obstáculos se centran en adquirir correctamente las indicaciones y ayudas para su realización.Y en la monta asistida trabajan con niños con algún tipo de diversidad y que consiguen en el caballo una mejoría tanto física como psicológica.
Lo que me llevó a desempeñar este trabajo y crear Hípica la Lagunita, fueron las dificultades que me encontré en mi niñez, día a día, a la hora del aprendizaje, tanto fuera como dentro de la escuela, ya que soy una persona con dislexia.
Quise crear un aprendizaje independiente para cada alumno, ya que, no todos somos iguales, ni aprendemos a la misma velocidad, ni de la misma forma. Creemos que una de las cosas que más nos apasiona es ver el vínculo que forman nuestros alumnos con los caballos y cómo van alcanzando sus metas y se superan día a día.
Todas las partes de nuestro equipo son esenciales. Creemos que hay dos cosas que nunca deberían faltar:
No tienen que tener conocimientos previos, solo tener ganas y constancia.
Somos dos monitoras las que llevamos las clases de equitación. Intentamos que nuestras clases sean amenas, divertidas y dinámicas. Nos enfocamos en la seguridad del alumno intentando adaptarnos al ritmo de cada uno.
A un alumno con dificultades le diríamos que no se preocupe, que cada uno aprende a su ritmo, que en este deporte sois dos no cuenta solo lo que te pase a ti y que lo que hoy parece que es un paso atrás, mañana serán dos hacia adelante.
La equitación es uno de los deportes que cada vez está más en auge. Pero sinceramente no es el primero que se te viene a la cabeza cuando te preguntan qué ejercicio es el que más te gusta practicar. Bien, pues según se ha demostrado en varios estudios sobre la salud, es uno de los deportes más saludables para el organismo. ¿Por qué? Pues porque ayuda a tonificar los músculos, mantener una postura correcta y tiene beneficios cardiovasculares. De hecho, se considera uno de las actividades físicas más completas junto a la natación. También te ayuda a desconectar del día a día, del estrés. Al ser un deporte que se practica al aire libre disfrutas del entorno, de la naturaleza. Y te olvidas de los problemas habituales. Además en los centros hípicos cuentan con programas adaptados a tus conocimientos, desde iniciación hasta profesionales. Solo tienes que ponerte en contacto con ellos y te asesoran sobre qué método es el que más se adecua a tus necesidades. Hay que destacar que la equitación es un deporte totalmente igualitario. Tanto en clases como en concursos, hombres y mujeres compiten al mismo nivel y en las mismas condiciones unos con otros. No se diferencia pruebas para hombres y pruebas para mujeres; todos compiten igualitariamente.