Marcos Casal Castro, de 42 años y natural de A Coruña, es osteópata y fisioterapeuta diplomado en la Universidad de A Coruña, colegiado 2152. Siempre le ha interesado el mundo de la salud, pero desde una visión de globalidad, tratando a personas y no enfermedades o dolencias. Al acabar la carrera, Marcos empezó a trabajar en una clínica de fisioterapia y rehabilitación. Era la típica clínica que trabajaba sobre todo con seguros de salud, con 6 fisios y cuya dinámica de trabajo era siempre la misma. Tenían 20 minutos para tratar a cada paciente. Bajo esta limitación del tiempo, los recursos de los que disponían eran los aparatos como el TENS, ultrasonidos, microondas, lámpara de infrarrojos y algunos otros. Al cabo de un tiempo. Marcos asumió que esa forma de trabajar no era eficaz y casi diría que ni era fisioterapia. Parecían más bien técnicos que aplicaban máquinas. Después de 1 año en esa clínica, Marcos ya tenía claro que así no quería trabajar por lo que se fue y comenzó como autónomo buscando algún espacio donde poder realizar tratamientos de calidad. Esto fue en marzo de 2012. Desde ese momento, por diferentes circunstancias cambió de ubicación su consulta y trabajó para otras clínicas como autónomo, lo cual hizo que adquiriese mucha experiencia clínica. Actualmente, está establecido en una consulta en el centro de la ciudad en la cual trabaja él solo y pasa consulta también una vez a la semana en una clínica situada en un pueblo a 30 kilómetros de la ciudad.
Desde el principio, a Marcos le atrajo la filosofía osteopática. Así que, en cuanto acabó la carrera orientó su formación hacia la osteopatía. Nos explica que desde el abordaje osteopático se puede tratar cualquier circunstancia médica o patología. De hecho, importa más la persona y sus circunstancias que la propia dolencia, que no deja de ser una expresión de una carencia o alteración en algún aspecto de su vida. Marcos no se ha especializado en ningún área, ya que le gusta ver todo tipo de personas y problemas. Desde bebés hasta personas mayores. Existen varias situaciones que le atraen más, como las disfunciones menstruales en las mujeres o personas que tienen mucho estrés y su cuerpo empieza a dar síntomas de ello como dolores de espalda generalizados, migrañas, alteraciones en la digestión. El motivo de consulta principal en casi todas las personas es el dolor. Como el dolor es un síntoma, el trabajo de Marcos consiste en averiguar el motivo del dolor y proponer el mejor tratamiento para esa persona en concreto. Para Marcos su profesión es vocacional. Después de estar trabajando durante algunos años en diferentes puestos de trabajo, encontró aquello que le gustaba y mejor se le daba. Tuvo que superar el acceso para mayores de 25 años para poder entrar en la carrera de fisioterapia. Su motivación diaria es ofrecer lo máximo de sus capacidades para ayudar y mejorar la vida de las personas tratando su cuerpo y educando sus mentes para mejorar hábitos de vida.
Según vuestra experiencia profesional ¿Qué técnicas resultan más efectivas para tratar pacientes con fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad multifactorial y por este motivo el tratamiento debe ser multidisciplinar. De esta forma, la persona debería ser tratada por diferentes profesionales y éstos deben estar en comunicación para ofrecer el mejor tratamiento posible e individualizado.
En mi experiencia, las mejores técnicas son aquellas que van encaminadas a que el organismo de la persona recupere su funcionalidad, adaptabilidad y energía. La persona con fibromialgia es una persona que lleva muchos años con un estrés elevado. Esta sobrecarga del eje de estrés provoca que los recursos fisiológicos del organismo se agoten y, como consecuencia, parece la típica sintomatología de dolor muscular generalizado, insomnio, agotamiento, depresión, etc. Las técnicas que suelo utilizar en consulta son la terapia manual encaminada a relajar el sistema nervioso. Después, doy recomendaciones de ejercicio y hábitos de vida. Más adelante, si es necesario, lo derivo a un nutricionista para mejorar su dieta.