Elena Aparicio Hermosilla, nacida en Madrid en 1963, vive en A Coruña desde 1998. Es psicóloga desde 1988, cuando finalizó sus estudios en la Universidad Autónoma de Madrid. Realizó prácticas universitarias en el Hospital Psiquiátrico Alonso Vega de Madrid y no le gustó nada lo que vio, por lo que prefirió no hacer la especialidad de clínica y se dedicó a los recursos humanos en diversas empresas tanto en Madrid como en A Coruña. Elena ha dirigido equipos de trabajo y se ha dedicado a la formación, gestión y selección de personal, además de realizar diversas labores de consultoría de recursos humanos. Su último trabajo para empresas fue en el 2013, momento en el que debido a la crisis cerró la empresa para la que trabajaba. Al presenciar el deterioro de su ámbito laboral y por una serie de coincidencias se decidió a cursar un Máster en Psicoterapia Humanista Integrativa en el Instituto Galene de Madrid y cree que fue la mejor decisión que pudo tomar, ya que el master llevaba implícito el hacer psicoterapia personal. Fue un cambio radical en su vida. Comenzó el máster en 2011 y finalizó en 2013 cuando se quedó desempleada. Montó su consulta y empezó a ejercer como psicóloga general sanitaria colegiada y con registro sanitario en la ciudad de La Coruña y es el trabajo que desempeña de forma autónoma en la actualidad, llevando a cabo colaboraciones puntuales con empresas tanto en el ámbito de la selección como de la formación.
Elena nos explica que no puede decir que tenga una especialidad en concreto. Prefiere trabajar con adolescentes o adultos antes que con niños, y en caso de ocuparse de menores siempre es de forma sistémica junto a sus padres; sin ese requisito no admite ningún menor en consulta, pues considera que son los padres los que deben tener unas pautas de psicoeducación para poder hacerse cargo de las dificultades de sus hijos. Nos indica Elena que lo que demandan sus clientes con más frecuencia es ayuda en temas de ansiedad, y también acerca de cómo manejar las relaciones personales, normalmente por cuestiones asociadas a cambios por situaciones de duelos familiares, divorcios, rupturas de pareja y, en el caso de los más jóvenes, por la falta de integración en sus grupos de iguales, al igual que problemas por el fracaso escolar y la adicción a sustancias y también cada vez más, a medios digitales. Conocer la Psicología Humanista ha permitido a Elena dar cauce a su vocación de psicóloga, compaginando esta Psicología Humanista con todo lo aprendido en las áreas Cognitivo-Conductual y Dialéctico-Conductual. Cumplir con mi trabajo día a día es un sueño para ella, que considera absolutamente gratificante observar la mejoría de las personas que se deciden a acudir a terapia. Desde que abrió su consulta no existen los lunes ni los viernes, como ocurría en el trabajo en la Consultora. El fin de semana es un momento de descanso personal, si bien el ir a trabajar supone la mayor de las recompensas que le haya ofrecido la vida.