Elisa García de Sola Rojas, de 27 años, es psicóloga sanitaria y vive en Cádiz. Trabaja en varios sitios de la provincia como psicóloga y también como docente en cursos de orientación hacia el empleo. Elisa estudió psicología en la Universidad de Cádiz y después siguió con sus estudios en la Universidad de Almería. Esto le permitió conocer diferentes enfoques psicológicos y, por tanto, diferentes maneras de trabajar. Sus primeros pasos profesionales fueron en el ámbito social, en concreto en entidades públicas. Tras eso, dio “el salto” a la rama sanitaria, trabajando ahora en centros privados. En todas las empresas donde ha estado, el trabajo en equipo ha sido imprescindible. Elisa no concibe trabajar sin un equipo multidisciplinar apoyando a las personas que atienden, ofreciendo todos los recursos y herramientas que necesitan.
Dentro de la psicología, su especialidad es la rama sanitaria, aquella que se encarga de la promoción de la salud y de la prevención de la enfermedad. Las demandas que más recibe Elisa por parte de sus pacientes adultos suelen estar relacionadas con sintomatología ansiosa y depresiva, las cuales han aumentado tras la aparición de la COVID-19. En el área infantojuvenil, los padres suelen acudir por problemas de conducta (lo que normalmente se define como “niños muy movidos y desobedientes”) y por problemas escolares. Elisa siempre ha tenido claro que se quería dedicar a una profesión de la rama sanitaria, aunque no tenía muy clara cuál. Al principio, no sabía si la psicología le iba a gustar tanto como pensaba. Pero ahora no la cambiaría por nada: saber que puede mejorar la calidad de vida de tantas personas es la principal motivación para seguir aprendiendo y así mejorar los servicios que ofrece.
¿Cuándo es recomendable acudir a un psicoterapeuta y por que?
Suelo decir que, sí está ocurriendo algo que no sabes cómo abordar, que te genera malestar y que te impide crecer y disfrutar de tu vida personal, laboral, familiar y del ocio… es cuando ha llegado el momento de buscar ayuda. No hay que esperar a “no poder más” para buscar una solución.
Tenemos que aceptar que no somos “superhéroes” que pueden afrontar cualquier tipo de situación y, además, tenemos una herramienta muy especial a nuestro alcance: la capacidad de pedir ayuda.
¿Por qué acudir a un psicólogo? Pues porque es uno de los profesionales que te enseñará y ayudará a poner en práctica herramientas y estrategias para afrontar los acontecimientos que generan ese malestar.