Cuando vemos que empieza a haber alteraciones en la cavidad bucal, realizamos un estudio. Es decir, realizamos las radiografías, fotos extraorales e intraorales, modelos de estudio y analizamos cada caso de forma particular. Incidimos no sólo en solucionar el problema, sino en evitar que vuelva a ocurrir, controlando hábitos, corrigiendo el tipo de deglución, etc.
Una vez analizado cada caso, nos sentamos con los padres a explicarles cuál es la mejor forma de corregir esa maloclusión adaptando y personalizando cada tratamiento a las necesidades del paciente.