Ana Rosa Sáenz Latorre, nacida hace 53 años en Logroño, ciudad en la que creció y donde estudió psicología, por la UNED, cuando era licenciatura. Terminó la carrera en el año 2009. Posteriormente, también cursó en la UNED dos especialidades, una como especialista en terapia cognitivo conductual en infancia y adolescencia y otra en hipnosis clínica. Realizó varios meses de prácticas en ASPACE, centro de parálisis cerebral, y varias colaboraciones con ARPANIH (asociación riojana para niños hiperactivos) y con la asociación riojana contra el bullying escolar ACAE-Rioja.Siempre ha trabajado sola en un despacho particular, aunque durante unos 10 años, a media jornada, también ha trabajado en un centro de reconocimientos médicos para el carnet de conducir. Ahora, gracias al volumen de pacientes, sólo trabaja en su propio despacho. Está especializada en la terapia cognitivo conductual y sobre todo le toca trabajar con problemas de ansiedad, agorafobia, hipocondría y depresión y terapia de parejas. En su día eligió estudiar psicología, que le permitiría ayudar a las personas y está muy contenta de haber tomado la decisión de ser psicóloga.
¿Cuales son los tipos de problemas más frecuentes de las personas que asisten a vuestras terapias de pareja?
Normalmente, los problemas más frecuentes en la terapia de pareja son los derivados de la falta de comunicación, de cómo uno dice una cosa y el otro interpreta otra, o de cómo no se saben expresar, de porqué sólo decimos lo negativo, o de cómo crecemos de formas distintas y cada uno va adquiriendo intereses distintos.O también al revés: de cómo nos asfixiamos siempre juntos, sin dejar espacio al terreno personal.
¿Cuáles son los tipos de terapias familiares que ofrecéis a vuestros clientes?
Estoy especializada en la terapia cognitiva conductual, cuyo método utilizo en mi consulta y atiendo, además de a parejas, a pacientes que presentan gran variedad de asuntos que no solo afectan a la persona que los padece, sino que influyen a todos los seres que conviven con él o ella, como es el caso de la familia. Trato asuntos como la ansiedad, la agorafobia, la hipocondría y la depresión.