Jacobo Martín nació en Madrid, donde residió hasta los 13 años cuando se mudó con su familia a Marbella. Allí estuvo hasta los 18 y después vivió un año en Irlanda y otro en Francia debido al deporte que practicaba (rugby). Se dedicó a él de forma profesional durante los 4 años que estudió fisioterapia y dos más. Llegó a jugar en la selección española de rugby durante 6 años. Finalmente, y tras una grave lesión, dejó el mundo del deporte profesional y se dedicó a la fisioterapia. Tras un año de práctica emprendió con Fisiobeat, su empresa de fisioterapia, en la que aprendió a hacerlo todo por sí mismo (página web, publicidades, logos, banners, flyers, tarjetas de visita, información sobre gestión de negocios, información sobre impuestos y licencias…). Trabajó en solitario durante dos años, hasta que su hermano pequeño acabó la carrera. Ahora los dos trabajan juntos, cada uno en su área de conocimiento. Durante este último año y debido a la covid-19, Jacobo nos explica que han tenido que cerrar, pero están en búsqueda de un nuevo local más grande y mejor.
Su área de especialización es la fisioterapia deportiva, en la que, además de con su experiencia propia y la adquirida con sus pacientes, cuenta con el master de fisioterapia deportiva y athletic trainer. Dentro de este área quieren montar una clínica de readaptación deportiva, entrenamiento personal fisioterapia y nutrición. Buscan enfocar la fisioterapia y la rehabilitación desde un punto de vista divertido y “molón”. El motivo que ha llevado a Jacobo a este área laboral fue, principalmente, su curiosidad por saber el porqué de las técnicas y tratamientos que le aplicaban a él y a sus compañeros. Esta curiosidad fue en aumento a lo largo de los años y a ella se sumo la grandísima satisfacción que siente cuando ayuda a alguien y le hace cambiar su forma de ver la lesión, hasta que la ve incluso divertida o interesante, disfrutando del proceso.